El cultivo y procesamiento de lúpulo requieren de ciertas condiciones, como la latitud y una excelente mano de obra de cuide de su recolección, secado y peletizado de modo de preservar las cualidades de sus componentes.
Por Giselle Bugge
El lúpulo que se cultiva en la Comarca Andina Patagónica es de nivel internacional y es allí donde se concentra la mayor parte de la producción del país, según informaron a Télam los mayores expertos regionales en esa especie vegetal, que se utiliza para elaborar cerveza, alimentos y remedios.
La Comarca Andina de paralelo 42 reúne todas esas condiciones especiales, lo que permite que se concentra la mayor parte de la producción del país: a razón de 120 hectáreas de las 160 cultivadas en total en la Argentina.
Un trabajo académico elaborado por el Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (Ipatec) en conjunto con otros institutos de Conicet y universidades nacionales y publicado en la revista Brewing Science describe la primera caracterización de las dos variedades de mayor producción en la Comarca Andina: Cascade y Nugget.
“Desde 2014 estamos en contacto con los productores de lúpulo de la región, principalmente de la Comarca Andina y desde ese momento estamos trabajando con ellos en lo que es determinación de varios de los parámetros de calidad”, dijo a Télam la doctora en Ciencias Biológicas Andrea Trochine, del Ipatec.
“Hacemos principalmente un análisis de los componentes más importantes del lúpulo para la producción cervecera, que son las resinas responsables de dar el amargor en esas bebidas y también los aceites esenciales que aporta al aroma y flavours”, explicó Trochine.
“Desde 2015 hasta 2020, hicimos una recopilación de datos de calidad de ese lúpulo y este año lo publicamos, sobre todo enfocado a dos calidades que se llaman Cascade y Nagget, que son las dos variedades que más se plantan en esa zona”, señaló.
En la Argentina, se cosechan aproximadamente 160 hectáreas de lúpulo de las cuales 120 están concentradas en la Comarca Andina, el resto están en el valle de Río Negro en Fernández Oro.
“Las variedades Cascade y Nugget no son argentinas sino que fueron desarrolladas en Estados Unidos hace años y se trajeron al país, se plantaron y se dieron bien”, señaló la experta
En este sentido agregó: “En el mundo, los principales países productores son EEUU y Alemania y allí se conoce exactamente qué componentes tiene y cuales son los valores de este lúpulo. En cambio acá, en la Argentina, no había datos. Eso es un poco lo que nosotros hicimos”.
“Lo que encontramos en este trabajo es que ambas variedades producen un contenido de resinas que es equivalente al que producen cuando son cultivadas en otras regiones del mundo, eso por un lado, lo mismo con el contenido de aceite esenciales”, aseveró la doctora.
“En cuanto a resinas el Cascade patagónico, destaca porque es bastante alto el valor de alfa ácidos que produce y que son estos componentes responsables de dar el amargor a la cerveza. Además, alguna características distintivas también fueron que los aceites esenciales producidos son un poquito diferente a los que por ejemplo se producen en el Cascade americano”, dijo Trochine.
“La relevancia de tener un lúpulo que pueda tener buena calidad es enorme”, dijo la doctora en Ciencias Biológicas, Andrea Trochine.
“Por otro lado, uno de los valores más importante que aporta este título es que evidencia que los lúpulos locales son de calidad internacional, ya que los valores de HCI, que es un índice reconocido, muestra que está dentro de los valores aceptados mundialmente como de muestras frescas”, explicó.
Aseguró que “esto es muy importante porque habla de que desde el momento de la cosecha, la manipulación y secados del lúpulo hasta que se peletiza está bien tratado según los estándares que se manejan en el mundo y esa es una de las cosas que nosotros estamos destacando como de las más importantes”.
Para la investigadora, este dato no es menor dada la escasa producción local: “Con respecto a lo que se produce en otras partes del mundo, unas 60 mil hectáreas, aquí estamos hablando de 160 en toda la Argentina, entonces la relevancia de tener un lúpulo que pueda tener buena calidad es enorme”, señaló.
“Lo que nosotros estamos diciendo es que en este terruño patagónico produce lúpulo de buena calidad, no solo por la tierra sino también porque ya hace años es un cultivo que tiene historia en la región, está el Festival de la Cosecha del Lúpulo, la Fiesta del Lúpulo que dan cuenta de lo importante que ha sido aquí y esto se mantiene a través de los años en las chacras que hay en El Bolsón”, manifestó la académica.
“Muchas son chacras familiares que van manteniendo el cultivo de lúpulo y la Argentina en este sentido podría visualizarse como un país productor de variedades propias como han hecho otros países del hemisferio sur”, consideró la experta.