“Apertura” de EL CRONISTA, con la firma del periodista Pablo Ortega, realizó una publicación que compartimos hoy con nuestros lectores, ya que la misma trata sobre el crecimiento profesional de una hija de Zárate, en este caso como titulan, la contadora zarateña Fabiola Zandalazini, llegó “De cargar facturas a ocupar la silla caliente en Toyota”.
Dice Ortega en Apertura “De cargar facturas a ocupar la silla caliente en Toyota: quién es hoy su ejecutiva estrella Con 24 años en la automotriz japonesa, Fabiola Zandalazini pasó por distintas áreas hasta llegar a directora de Finanzas regional. Las claves del puesto hoy”.
Entró como contadora en el área de administración, cargando facturas a cobrar, y hoy es directora regional de Finanzas para la Argentina y Brasil. Es un resumen muy ajustado y a la vez muy representativo de la carrera de Fabiola Zandalazini dentro de Toyota, donde lleva 24 años.
Nacida en Zárate, empezó a trabajar en la refinería de Exxon mientras estudiaba Administración de Empresas en Campana, en un centro regional de la Universidad de Luján. Años después, completó ocho materias más y sumó el título de Contadora Pública. Arrancó en la división de lubricantes, a los 19 años. “Éramos 49 compañeros varones y yo. Ahí aprendí a no darme cuenta si hablábamos de hombres o mujeres. Lo naturalicé”, dice. A los pocos años pasó a otra multinacional, Witcel, que exportaba papel de seguridad. “Exxon era una compañía exitosa muy grande y tenía recursos. Witcel era el caso contrario, porque el sector del papel estaba en crisis. Aprendí a sobrevivir en un contexto de inconvenientes”, compara.
Cuando nació su primera hija dejó de trabajar por un año y volvió al mundo laboral en una Cooperativa Eléctrica de Zárate, cerca de su casa. Pero a los pocos meses se dio cuenta de que extrañaba el mundo corporativo. Inició la búsqueda y apareció Toyota, que recién arrancaba con su proyecto en el país: “La piedra fundamental de la planta se puso en 1995. Y el inicio de la producción, en 1997. Entré el 23 de junio de ese año, dos meses después de que salió la primera Hilux de la fábrica”.
Fue la empleada número 590 y arrancó como data entry de facturas, en una compañía que era el 10 por ciento en tamaño de lo que es hoy. “Si miro hacia atrás, parece una película a velocidad rápida”, piensa. De imputar la mayor cantidad de facturas por día terminó como jefa de cuentas a pagar, en el marco de una empresa que crecía. Luego pasó al área de presupuesto y, en una reestructuración importante en 2011, fue transferida al departamento de compras, que debía ser transformado. “Venían los proyectos de expansión de la planta y había que hacer de una manera económicamente rentable toda la inversión”, señala. En 2013, Toyota invirtió US$ 800 millones para ampliar la fábrica de Zárate a una capacidad de producción de 140.000 unidades anual
Como gerente de compras industriales y logísticas, todo lo relacionado con la ampliación y modernización de la planta -salvo las autopartes, un trabajo de ingenieros- pasó por su escritorio. Luego rotó a gerente de Auditoría interna y, por otra reestructuración, volvió a Finanzas en 2016. “Fue un flash. En cuatro años pasé de gerente de Finanzas a directora regional”, confiesa. Es la primera vez que la empresa tiene la posición integrada entre los dos países, Argentina y Brasil. “De la misma manera que reviso el presupuesto o firmo los cheques acá hago lo mismo con Brasil”, simplifica.
En su paso inicial por Finanzas trabajó con Daniel Herrero, actual CEO, cuando estaba a cargo de Administración. “Él me llevó a compras cuando fue nombrado presidente y hoy es mi jefe nuevamente”, dice. También reporta a Rafael Chang, CEO en Brasil, y a un ejecutivo japonés con base en San Pablo. ¿Los desafíos de su rol? “Siempre tratar de mirar un pasito más adelante. Si entendés la función de Finanzas solo con controlar la caja vas a terminar afectando el negocio. Es clave entender las necesidades y estar ahí no solo para cuidar sino para ser un instrumento para que el negocio siga creciendo”, define. (SIC)
FELICITACIONES FABIOLA