Festejarán el Viernes: La sede de Alcohólicos Anónimos en nuestra ciudad está próxima a cumplir 44 años

Nuestro Multimedios entrevistó a Ángel Lavié, integrante de este grupo de autoayuda. Ángel relató su vivencia del pasado viernes cuando participó con los pares de todo el país, al celebrar los 65 años de la llegada de alcoholicos Anónimos a la república Argentina, lo que significa y significó para él y su familia, cuando con una terrible adicción al alcohol, la cual lo hizo acercarse a AA de Zárate hace ya 29 años. (C/audio)

“Es muy emocionante porque a la celebración vinieron diferentes países como Brasil, Paraguay y Chile. Poderse encontrar con todos los compañeros es signo de una hermandad terrible, estando completamente recuperados. Esto se llevó a cabo en el Gimnasio del Polideportivo n° 1 de San Fernando. La municipalidad de la ciudad nos prestó el salón, se alquiló un servicio, y la pasamos muy bien porque hasta el tiempo acompañó”, expresó.

“Uno siempre trata de trabajar con honestidad y la sabiduría que me dio Dios, poniéndome en estos lugares. Gracias a dejar el alcohol, la vida y la personalidad cambia sobretodo en la sociedad y más que nada en la familia. Hoy poder abrazar a un nieto, sin alcohol, es una maravilla”, destacó.

¿Cuántos años llevás en Alcohólicos Anónimos? ¿Cuándo es el aniversario del grupo? “Llevo 29 años, y el aniversario CUARENTA Y CUATRO, de nuestro grupo se cumple el viernes 24 de noviembre con una comida en el Club Náutico Arsenal, y lo celebraremos con los compañeros de grupo y gente que nos viene a saludar”

 “Yo, pensaba que sin alcohol sería una persona aburrida y sin amigos, pero sin embargo fue todo lo contrario, y para la sociedad soy una persona que siempre está al servicio de todos. A veces cometemos errores, pero todos son subsanados; sabemos que a veces trabajar en la calle no es lindo, pero como dije, si trabajamos con honestidad las cosas salen bien. En Alcohólicos Anónimos aprendí a ponerle el oído a una persona y sus problemáticas; muchas personas te escuchan pero no oyen verdaderamente, eso lo sigo disfrutando al 100%. Creía que ni mi familia ni mis amigos me entendían; allí me hicieron ver que había personas con mi misma dificultad. El alcohol me hacía llegar a la borrachera y provoqué desastres: terminé melenudo, no me bañaba, pedía y no devolvía, pero por suerte pude dejar”, aseguró Lavié.

“Las puertas están abiertas para las personas que verdaderamente tienen problemas con el alcohol o familiares que necesitan ayuda. Con una sola persona que salves, se tiene la total certeza de que va a recuperarse”, finalizó.

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