Por Eduardo Rivas – En los últimos días el Municipio se ha encargado de dar a conocer que desarticuló diferentes fiestas clandestinas, una sobreactuación lejana a la que supo tener a finales del año pasado cuando quienes participaban de las fiestas eran los funcionarios públicos que debían evitarlas, c’est a dire, Alejandro Cimiotta.
Y quizás sea esta una de las cuestiones que más extrañamos, el poder reunirnos, compartir momentos, alegrías y tristezas, pero de manera colectiva. La actividad social que poco a poco se va recuperando pero que aún está lejos de lo que supimos tener y hoy ya no tenemos. Más aún cuando uno ve ciertas incoherencias en las medidas como por ejemplo que no están permitidos los encuentros en domicilios pese a que estos se realicen al aire libre, pero puede hacer la misma actividad si es en un restaurante. Difícil de entender.
Pero la normativa es clara. El punto 127 del listado de actividades por fases establecido por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (https://portal-coronavirus.gba.gob.ar/sites/default/files/Anexo_I.pdf) se establece que en Fase 3, en la que actualmente se encuentra Zárate, no están permitidas ‘Actividades y reuniones sociales en domicilios particulares, salvo para la asistencia de personas que requieran especiales cuidados’.
Sin embargo no todos lo entienden de la misma manera y, mucho menos, lo aplican.
La semana pasada en el Consejo Escolar, un ámbito laboral, hubo pizza party.
Consejeros oficialista y opositores en un ámbito de camaradería interpartidaria que no suele replicarse en otras instituciones, compartieron unas pizzas.
Pese a que no está específicamente prohibido, y lo que no está prohibido está permitido, el mismo listado de actividades rechaza tal posibilidad en el punto 134 que establece que ‘Otras actividades no contempladas en el listado’ también están prohibidas.
Curioso que las autoridades municipales no se hayan enterado de encuentro prohibido desarrollados a escasos metros de las oficinas de seguridad locales y en una institución oficial.
¿Pero entonces por qué sí pueden reunirse a comer pizza?
Quizás haya quien lo justifique en que es como si fuera una comida en el trabajo, si es que el ser representante popular lo es, pero en tal caso uno podría juntarse a comer en su casa con quienes trabaja de manera remota, al fin de cuentas es trabajo.
Los representantes populares son quienes deben dar el ejemplo siempre, y cuando las cosas son más complejas, más aún.
El juntarse en un ámbito cerrado a comer cuando esto no está permitido para nadie no es un buen ejemplo a dar.
Además están incumpliendo la Ordenanza 4830 que establece ‘ARTÍCULO 1º.- Prohíbase en todo el territorio del Partido de Zárate, la realización de FIESTAS PRIVADAS, ILEGAL O CLANDESTINAS, bailes y/o cualquier tipo de espectáculos de características similares, realizados en inmuebles NO habilitados a tal efecto según normativas vigentes, sean tanto al aire libre o en espacios cerrados y que no hayan obtenido autorización Municipal previa. ARTÍCULO 2º.- A los efectos de la presente Ordenanza se considera fiesta clandestina y/o ilegal y/o privada o la terminología que en el futuro la sustituya a: Toda reunión que esté dirigida y/o en que participe el público en general y el ingreso al lugar donde se pretende desarrollar o se desarrolle sea, o no, a cambio de retribución en especies y/o de dinero, el sitio no se encuentre habilitado para tal fin, o no posea permiso emitido especialmente por la Municipalidad para su realización, se expendan o suministren gratuita u onerosamente bebidas alcohólicas o no, con o sin servicio de lunch y se pretenda reproducir o reproduzca música grabada o ejecutada en vivo.‘
¿Qué hará Cimiotta entonces? ¿Avalará los privilegios al margen de la ley o actuará ajustado a derecho?
