
Un buque de carga con 69 contenedores de basura atracó en un puerto de las afueras de Vancouver.
La basura se incinerará en una instalación de conversión de residuos en energía, dijeron funcionarios locales.
El conflicto remonta a 2013 y 2014, cuando una empresa canadiense envió a Filipinas contenedores etiquetados erróneamente como plásticos reciclables: en realidad, contenía una mezcla de papel, plásticos, productos electrónicos y desechos domésticos, incluidos pañales, a pesar de que la ley filipina prohíbe la importación de plásticos mezclados con basura doméstica.
La preocupación mundial por la contaminación plástica se ha visto estimulada por imágenes impactantes de ríos obstruidos por desechos en el sudeste asiático y animales marinos encontrados muertos con kilos de desechos en sus estómagos.
Defensores del medio ambiente argumentan que los países desarrollados deberían dejar de exportar su basura y encontrar cómo gestionarla localmente.
Fuente: AFP









