El Xeneize cayó 2-1 con el Tricolor en el estadio Maracaná de Río de Janeiro: el título se definió en el suplementario después de los goles de Germán Cano y Luis Advíncula. John Kennedy, héroe y expulsado, al igual que Frank Fabra.

Se derrumbó la ilusión por la séptima en el Maracaná de Río de Janeiro. Fluminense le ganó 2-1 a Boca en una dramática final y se consagró campeón de la Copa Libertadores 2023 por primera vez en su historia (en el 2008 había caído por penales ante Liga de Quito). El Xeneize, en tanto, vio frustrado su tercer intento de igualar a Independiente como el equipo más ganador del certamen continental.

Luis Advíncula emuló lo que hizo ante Colo-Colo, Nacional (U) y Deportivo Pereira con su zurda para estirar la definición del título al tiempo suplementario, donde John Kennedy sentenció lo que empezó Germán Cano a través de un verdadero golazo. Sin embargo, el delantero brasileño vio la segunda tarjeta amarilla por su desmedido festejo y se fue a las duchas, al igual que Frank Fabra por un cachetazo a Nino.

Boca se tomó con calma el comienzo de un primer tiempo que lo tuvo a Fluminense como claro dominador de la pelota. Al principio sin traducirlo en peligro o en acciones de profundidad, pero a fin de cuentas eso le permitió desgastar a un rival que intentó mantener el orden pero que le faltó ser un poco más agresivo en la disputa.

El equipo de Fernando Diniz avisó primero con un cabezazo de Germán Cano que contuvo Sergio Romero, mientras que en la réplica Miguel Merentiel probó los reflejos de Fábio tras una gran corrida. No ocurrió mucho más de no ser por la chance que desperdició Edinson Cavani con un frustrado taco a su compatriota o el cabezazo directo de Nicolás Valentini a Ganso que pudo haberle costado una tarjeta roja.

Sin embargo, el primer quiebre del partido llegó a los 36 minutos, cuando Cano se quitó la marca de Luis Advíncula y conectó, de media vuelta, un centro atrás desde la derecha de Keno. Fue su grito número 13 para coronarse como el máximo artillero de la Copa.

Con la ventaja parcial, el tricolor de Río mantuvo el dominio pero sin tanta ansiedad y administró los últimos minutos del primer tiempo con intercambios de pases.

Pese a que Boca intentó reaccionar al comienzo del segundo tiempo y generó más oportunidades, principalmente con Merentiel, Fluminense por poco amplía a los 54 minutos tras una jugada en que Arias y Keno volvieron a buscar a Cano pero se les anticipó Romero.

A los pocos minutos, el Tricolor fue retomando el control del partido, pero el Xeneize no renunció al intento de empatar.

En una de las ofensivas, el conjunto brasileño le dio mucho espacio y Advíncula, con un fuerte disparo desde fuera del área, empató el partido a los 71 minutos.

Tras el 1-1, el partido perdió un poco de ritmo e intensidad, incluso porque los entrenadores hicieron varias modificaciones pensando en una posible prórroga, aunque la entrada de Kennedy le dio un poco más de poder ofensivo a Fluminense.

En el primer tiempo de la prórroga el partido se jugó más en el centro de la cancha, con ambos equipos turnándose el dominio, y sin muchas finalizaciones. Pero cuando Boca parecía más interesado en definir en los penales, Kennedy aprovechó un ataque de Fluminense para, tras una jugada de Barbosa y Keno, anotar el gol del título.