Por Dr. Federico Sánchez* – Como cada 10 de septiembre desde 2003, el “Día Mundial para la Prevención del Suicidio” establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca alertar sobre uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial, que desde mediados del siglo XX tiene un constante incremento.
Por eso es importante poder visibilizar esta problemática que tanto afecta en términos epidemiológicos. Según la OMS son más de 800 000 personas las que se suicidan cada año en el mundo, con un promedio de 3.000 personas cada día. Además el suicidio es la segunda causa de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años. La publicación de las estadísticas vitales del Ministerio de Salud marcó un nuevo récord en las cifras de muertes a causa de suicidio para el año 2018 en Argentina con un total de 3.322 fallecimientos. Más alá de éstas cifras, el suicidio deja graves secuelas que afectan al grupo social del suicida.
Éste año, sin dudas, vivimos en un contexto único y especial, con la pandemia de coronavirus que cambió hábitos y formas de relacionarse en el mundo entero. Es muy fuerte y sería irresponsable afirmar que el contexto y el aislamiento obligatorio son un combo potenciador para el suicida, sobretodo no teniendo datos certeros, pero sí es sabido que pueden ayudar a aumentar, en algunos casos específicos, la desesperanza y la depresión.
Lo más llamativo es que existen una gran cantidad de mitos en torno al suicidio que suelen imponerse. Tener un día mundial para su prevención implica poder desmitificar éstas ideas y abordar y accionar lo mejor posible ésta problemática en las personas que la sufren. Es importante cubrir desde la detección temprana de la persona en riesgo hasta la contención familiar necesaria a las personas que forman parte de su círculo íntimo.
Desde siempre y aún hoy en el presente, el suicidio ha sido un fenómeno incomprendido. En general, se cree que la persona suicida es egoísta y débil pero nada más alejado de la realidad. Hay muchas razones por las que una persona puede cometer suicidio, son varias las patologías psicológicas que pueden verse implicadas como factor asociado, siendo la depresión mayor la más importante. Sin embargo, el principal factor precipitante suele ser el de la desesperanza. En general, las personas con ideación suicida ven al suicidio como su única salida, están desesperanzados y, por eso, toman esa extrema decisión.
Por otro lado, muchas veces en los medios de comunicación no se habla de suicidio porque se piensa que se lo puede estar promoviendo de alguna manera y ese es un tema muy complejo. Si se habla de forma correcta, y no de forma sensacionalista, que los medios de comunicación tomen cartas en el asunto enseñando a prevenirlo podría ser muy beneficioso.
El suicidio no debe ser un tabú, ni en los medios, ni en la sociedad ni en ninguna otra institución. Hay que visibilizarlo y por eso es tan importante éste día. Según el Centro de Asistencia al Suicida (CAS), hay que prestar atención a ciertas señales. Los parientes de quienes se suicidan o lo intentan no suelen entender porque ellos creen, de manera errada, que al matarse hacen un favor a sus seres más cercanos. Hay que concientizarse sobre el tema para tener más información, derribar mitos y así poder ayudar a la prevención. Conocer las señales de alerta al observar a nuestros seres queridos es clave para actuar de manera correcta al detectar signos sospechosos.
Como en todo, el amor y la comprensión puede más que el cuestionamiento y la burla.
* Licenciado y Doctor en Psicología, docente de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y la Asociación para el Avance de la Psicología Científica (AACP).