Es una segunda etapa de lo dispuesto por la ley 26.905 que en 2013 ordenó una baja de 15% en determinados alimentos procesados. Ahora las reducciones van de 5 y 14%, sumando más alimentos.
Argentina es uno de los países con mayor consumo de sal del mundo con valores diarios que duplican las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Según este organismo, no se deberían consumir más de 5 gramos diarios. En Argentina se consumen 11 gramos por día, con todo el impacto y riesgo que implica para la salud de la población.
Para revertir esas alarmantes cifras, en 2013 se sancionó la ley 26.905 de Reducción del Consumo de Sodio, que dispuso una disminución de un 15% del sodio en algunos grupos de alimentos procesados.
El listado de alimentos incluidos en esta tanda pertenecen al grupo de productos cárnicos y derivados (hamburguesas, salchichas, chorizos, empanados de pollo, chacinados y embutidos), un grupo de farináceos (panificados, galletitas dulces y saladas, snacks y panificados congelados). En 2013 se había incluido a sopas y caldos entre los productos que debían reducir un 15% de sodio.
Además de una reducción en alimentos industrializados, la Ley 26.905 establece también que debe haber menús alternativos de comidas sin sal agregada, también limita la oferta espontánea de saleros, impulsa la disponibilidad de sal en sobres y sal con bajo contenido de sodio en establecimientos gastronómicos.
Fuente: Clarín