El titular de la Asociación Nacional de Aviación Civil (ANAC), Juan Pedro Irigoin, confirmó hoy que fueron hallados “restos humanos” en el avión en el delta del río Paraná Guazú, encontrada el sábado último tras 26 días de búsqueda, y estimó que “no” habrá “sobrevivientes”.
“Entiendo que así es”, respondió Irigoin consultado por radio Continental si habían aparecido restos humanos en el interior, aunque añadió: “Este hecho está a cargo del Juzgado N 2 de la doctora (Sandra) Arroyo Salgado. Todo lo que sea forense es responsabilidad del Juzgado”. Sin embargo, estimó: “Quiero ser muy prudente con esto, por respeto a las familias, pero según las características del accidente todo indica que no va a haber sobrevivientes”.
Con el hallazgo de los restos del avión en un área pantanosa, cubierta de vegetación, de la costa norte del brazo Paraná Guazú, en jurisdicción de Entre Ríos, cesó la tarea de la ANAC. En su lugar, comenzó a trabajar la Junta de Investigación de Accidentes de la Aviación Civil (Jiaac), que será la responsable de difundir los resultados de las investigaciones a su cargo para determinar qué sucedió.
La jueza Arroyo Salgado, un médico forense, el fiscal, el secretario del juzgado y un abogado de cada familia de los tripulantes y el pasajero accedieron ayer al lugar del hallazgo, según informaron desde la Jiaac.
Sobre el hallazgo de la aeronave, Irigoin explicó que fue en forma aérea. “Estábamos trabajando mucho con la hipótesis del río con un especialista de España, que había traído tecnología que aquí no hay. Pero fue un avión de ANAC que se usa para estos casos. Estuvo sobrevolando desde el comienzo, todos los días. Uno de ellos encontró desde el aire una mancha blanca, y cuando se acercaron todo indicaba que podía ser. Ahí salió un helicóptero de Prefectura que confirmó que eran restos de un avión y poco más tarde se confirmó que era el avión Mitsubishi”.
La ANAC está recibiendo críticas por las demoras y la falta de equipos. Al respecto, su titular respondió que “el servicio de búsqueda cumplió los protocolos en función de la información que tenía. El avión nunca se declaró en emergencia. Solo había un problema de comunicación. El aviso de peligro solo ocurrió a las 18:30 de esa tarde. A las 21 ya estábamos saliendo hacia ese lugar, que fue donde siempre estuvimos buscando”.
Ante la consulta de si el avión llevaba balizas de colisión, respondió que “tenía una que da una señal satelital y una frecuencia de radio. Nunca se activaron. Entendemos que es por haber caído en un lugar donde por la cantidad agua, la señal si eventualmente se activara no se recibe”. (DIB)