La hepatitis C es una enfermedad viral progresiva y severa que afecta a unos 400 mil argentinos, pero hoy en día tiene cura. Sin embargo, la comunidad médica se enfrenta a un grave problema: 6 de cada 10 personas con esta patología no tienen diagnóstico.
Los datos fueron presentados por la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado, que alertó con preocupación sobre el déficit en la detección en el marco del Día Mundial de la Lucha contra las Hepatitis Virales, que se conmemora cada 28 de julio, al tiempo que recordó la importancia de realizarse al menos una vez en la vida el test de la hepatitis, que es un sencillo análisis de sangre.
“Estamos hablando del equivalente a 4 o 5 estadios de fútbol repletos, cientos de miles de personas que no saben que tienen una enfermedad grave que va ocasionándoles daño irreversible en su hígado y puede desencadenar cirrosis, falla hepática, cáncer, otras afecciones no hepáticas y necesidad de trasplante”, indicó Ezequiel Ridruejo, médico hepatólogo, actual presidente de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado.
Cabe señalar que la hepatitis C representa un problema de salud pública de tal dimensión que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asumió el tema como prioritario y estableció como objetivo lograr su erradicación para 2030. De acuerdo a estadísticas de este organismo internacional, la hepatitis B y la C juntas causan un 80% de los casos de cáncer de hígado en el mundo.
Sin embargo, hoy es una enfermedad curable y nuestro país cuenta con medicamentos que pueden curar más del 95% de los casos, algo prácticamente sin precedentes en la historia de la medicina moderna.
“Es una enfermedad que no da síntomas, entonces es necesario salir a buscar a los portadores del virus y encontrarlos. Para ello, necesitamos del apoyo de todo el sistema de salud”, indicó Ridruejo. “Los médicos deben solicitar dentro de los análisis de rutina el test de la hepatitis. Y debe haber disponibilidad de los reactivos para efectuar el test en los hospitales y centros de salud de todo el país. Sólo así podremos ir combatiendo con más éxito esta enfermedad”, reclamó.
Tratamiento “más rápido”
Otro desafío para cumplir con las metas internaciones es lograr que se trate a los pacientes más rápido, es decir, antes de que la enfermedad progrese. De acuerdo a los especialistas, los tratamientos hoy comienzan cuando la hepatitis está en grados avanzados y los pacientes descompensados por cirrosis y con daño hepático.
“Muchos países ya están tratando y curando a pacientes que no presentan todavía un compromiso severo y de esa manera tendrán mucha mejor calidad de vida y mínimos riesgos de progresión luego de la cura”, agregó María Virginia Reggiardo, médica hepatóloga y gastroenteróloga.
Ridruejo recordó que la actualización 2017 de las guías de tratamiento ya incluye “contemplar ahora a los individuos sin manifestaciones más que una fibrosis en el hígado en un estadio leve a moderado, y que el objetivo en un futuro próximo es tratar a todos los pacientes portadores del virus C, independientemente del estadio de la fibrosis hepática”.
Test para todos
Los especialistas contaron que muchos pacientes creen que no estuvieron expuestos a ninguna situación de riesgo de contraer hepatitis, por lo que la gran mayoría de los diagnósticos sorprenden a la persona, a quien le cuesta identificar cómo sucedió.
Las vías de contagio son a través de sangre infectada, fundamentalmente por transfusiones de sangre y hemoderivados antes de 1992, el uso de instrumental médico y odontológico mal esterilizado, por compartir cepillo de dientes, afeitadoras, jeringas u otros elementos cortantes, a través de la realización de tatuajes y piercings sin los cuidados necesarios, relaciones sexuales sin protección y de madre a hijo durante el embarazo.
Si bien hoy nadie está exento de riesgos, existe mucha mayor conciencia en el manejo de instrumental médico, pero 30 años atrás no era así. Por lo tanto, muchos adultos que se creen sanos podrían ser portadores y, si no se hacen el test, se enterarán en un futuro cuando su hígado ya se encuentre en una etapa mucho más delicada.
Campaña #DetectarParaCurar
Por segundo año consecutivo, la AAEEH lanzó durante julio su campaña de concientización para detectar y curar la hepatitis C. Tuvo una fuerte impronta en redes sociales, con una estrategia de presencia e interacción sistemática en Facebook y Twitter, promoviendo los hashtags #DetectarParaCurar y #HaCetelTest. Además se difundió un sport por radio para invitar a los adultos a informarse, hablar con su médico y hacerse el análisis para descartar la portación del virus.
A fines de agosto tendrá lugar una segunda etapa, que consistirá en acompañar con difusión en medios y centros de salud una iniciativa que representa un hito inédito para la especialidad, que consistirá en la campaña de detección de la hepatitis C en simultáneo en alrededor de 50 hospitales de todo el país.