“El Gobierno nacional tiene enfrente un informe técnico reservado que anticipa qué sucederá si decide avanzar con una relocalización del comercio exterior que se desarrolla a través de los contenedores en el Puerto Buenos Aires hacia alternativas como las de Campana y Zárate o, la de La Plata” tiene como introducción una nota del periodista Emiliano Galli. Consultamos a un práctico zarateño del Río Paraná, Hernán Paniagua para que nos aclare sobre las posibilidades reales comentadas en el portal “tradenews.com.ar”
Dice Galli en su informe que “La decisión política deberá sopesar los inconvenientes que le esperan a las cargas y transportistas, que enfrentarán mayores costos y tiempos de tránsito si no cuentan con la alternativa de Buenos Aires; tendrá que pensar en una fuerte inversión en infraestructura ferroviaria para equiparar los accesos que tiene Buenos Aires y carecen las otras alternativas; deberá ver cómo los actores privados alternativos actualizan sus terminales, muelles y equipos para atender las cargas del Puerto Buenos Aires, y será responsable en definitiva por el mayor impacto ambiental y los mayores riesgos de seguridad vial que estarán asociados a esas alternativas”.
Destaca en su nota que “También, deberá realizar una apuesta de riesgo, porque la actividad en esos puertos alternativos no está garantizada por el diferencial en los accesos náuticos que impiden la llegada de los buques que hoy operan en Buenos Aires. Pero, sobre todo, no tiene la política la garantía de que las navieras quieran operar en otras terminales y, lo más probable, es que sin Buenos Aires en la ecuación, opten por operar en Montevideo o en los puertos del sur de Brasil”.
LA REALIDAD VISTA DESDE UN PRÁCTICO
Multimedios EL DEBATE buscó una palabra que nos aclare las posibilidades reales en la región. Entrevistado por Daniel Vogel, hablaron con el práctico Hernán Paniagua sobre las posibilidades de Zárate no se limitan por el calado, ahí estamos bien. Pero describe el práctico zarateño que “Hay dos cosas que nos limitan, una es la altura del Puente Zárate que son 49 metros y, los cables de alta tensión, en el río Paraná -acota- está para navegar un Panamax que son los buques que tienen el tamaño máximo aceptable para transitar por el Canal de Panamá, y también en el Río Paraná”.
En cuanto a la altura de nuestro Puente para los nuevos barcos que entran en Buenos Aires, que son monstruosos, ellos no pueden pasar porque no podrían respetar el margen de seguridad del Zárate-Brazo Largo. Además -agrega- lo que también veo para estos barcos nuevos, serían las curvas del Paraná, que complican a estos barcos” -acotó Hernán Paniagua.
Descartado por el límite de la altura para llegar a Zárate, preguntamos por Campana, y allí la limitación se llama “La Vuelta del Este” una especie de “Z” que hace el curso del Río Paraná que tampoco permitiría que se radiquen en Campana, lo que describe “Pasando Escobar, ya empiezan las curvas hasta la salida del Paraná de las Palmas” y describe el curso como “hay una vuelta y contra vuelta, lo que para un barco de estos (Monstruosos como define) no estarían diseñados para poder pasar esa curva”.
Sería necesario “el uso de remolcador para esas curvas que así se podrían pasar” pero aclara que “hace falta para ello un plan diseñado especialmente” lo que anularía el Río para el trafico normal. Aclara que “Hasta ahora no veo ningún Puerto como el que tiene Buenos Aires, con una capacidad para contenedores muy bueno” -y amplía- Escobar tiene Puerto (Antes de la Vuelta del Este y el Puente de Zárate), pero no tiene ninguna estructura para trabajar con contenedores” dando a entender en el programa Con Zeta de radio EL DEBATE el práctico Paniagua, que se deben efectuar millonarias inversiones en la zona donde llegan los barcos que traen gas al país.
Luego analizamos la otra opción que plantea la nota que dispara nuestro interés, el traslado del puerto a La Plata. Paniagua describe “La Plata es una terminal de contenedores, que incluso fue inaugurada y después no se usó más sólo cada tanto entra algún barco, lo que hay ahí es un problema, que no tenemos en el Paraná y es el calado para entrar con buque con contenedores” -explicó.
URUGUAY Y BRASIL
Las otras opciones, la no tan agradables ya para Argentina, son los puertos de Montevideo (Uruguay) o los del Sur de Brasil. Nos cuenta Hernán que “Brasil tiene unos puertos muy buenos para contenedores, Uruguay tiene un puerto que tiene entrada directamente desde el mar”, confirmó.
Recuerda que “Fue inaugurado un muelle en el Gobierno de Cristina Kirchner, lo hicieron con un barco que entró y ese fue el primero y el último que entró y ese muelle, actualmente está tirado y abandonado”, se lamenta.
Cuenta que “Buenos Aires mueve mucho comercio desde la parte de los contenedores”, -describe el puerto de contendedores, y asegura que el traslado del puerto a otro país “sería un golpe bajo para el Comercio Internacional Marítimo de la Argentina”.
También le preguntamos sobre la falta de nivel del Río Paraná y si esto perjudica el comercio marítimo “Si, últimamente estuvo bajo el río y eso es un grave problema pero -completa- mucho más grave es la estafa que nos vienen haciendo hace años con el dragado del Río Paraná, porque las empresas de dragado que contrata el Gobierno tienen que garantizar que puedan navegar los barcos” y explica porque no se cumple con la calidad de ese trabajo.
Y termina describiendo qué pasa con la bajante del Río para el tráfico comercial marítimo “Hoy en día, hay muchos barcos que se tienen que ir con menos carga porque el Río Paraná está bajo, por esa razón -insiste con el trabajo de dragado- el calado tiene que estar garantizado en las empresas que son contratadas para tal fin”.
Por último descrine el tema de la flota de Bandera Argentina “Hoy Argentina pierde millones y millones de dólares por no tener barcos de bandera propia”, explica que todos los que tenemos son contratados (Paraguayos), “Solo nos queda uno solo barco -dice con melancolía- cuando supimos tener antes de los años 90, en muchas empresas nacionales, con casi un centenar de barcos de ultramar con bandera Argentina” -asegura- “mas todos los fluviales, que hoy no tenemos ni uno solo” dispara.
Luego destacamos que Hernán es hijo de un práctico de río ya retirado, Marcial (foto) y recuerda que “casi nací arriba de un barco y navegué con él y esto, lo heredé todo de mi papá”, dice con orgullo y piensa en sus dos hijos, Mia y Salvador, que pueden seguir la tradición de amar y navegar el Río Paraná, llevando estos inmensos barcos a buen puerto.
ASÍ SON LOS NUEVOS BARCOS QUE NO PUEDEN LLEGAR POR LA LIMITACIÓN DEL PUENTE
