Por Daniel Armando Vogel – Hola, buen domingo. En este domingo de afectos y conciencia, el Día de la Madre se entrelaza con la lucha contra el cáncer de mama, el orgullo deportivo de Zárate, el reclamo por la paz y el llamado a votar con responsabilidad. Una trama que nos convoca desde lo íntimo y lo colectivo.
Hay domingos en que lo íntimo y lo colectivo se abrazan con fuerza. Este es uno de ellos. En cada abrazo que se da o se recuerda, en cada flor que se regala o se deja sobre una tumba, en cada mensaje que cruza la distancia, el Día de la Madre nos devuelve a ese núcleo afectivo que nos sostiene, nos forma y nos inspira.
Pero también, este domingo nos interpela desde otro lugar: la conciencia. Porque cada bien nacido tuvo la bendición de ser amamantado, y porque el amor también se expresa en prevención, en acompañamiento, en ciencia y en solidaridad. Hoy es también conmemoramos el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama.
Por estos días, desde Change.org se ha elevado un pedido concreto a la plataforma WhatsApp: que incorpore el emoji del lazo rosa, símbolo universal de esta lucha. No se trata de un capricho digital, sino de una forma de visibilizar, de sumar voces, de hacer que la tecnología también abrace causas humanas. Porque cada gesto cuenta, y cada símbolo puede salvar una vida.
Mientras tanto, en otro plano de la esperanza, celebramos la destacada actuación de la delegación zarateña en los Juegos Bonaerenses que ayer concluyeron. Jóvenes, personas con discapacidad, vecinos de la tercera edad, junto a sus entrenadores, familias y referentes institucionales, han demostrado que el deporte es también una forma de construir comunidad, de sembrar valores, de representar con orgullo a nuestra ciudad. Y no sólo por las medallas obtenidas, sino por el ejemplo de esfuerzo sostenido y trabajo en equipo que nos recuerda que hay caminos posibles, incluso en tiempos donde todo parece urgente.
Pero no todo es celebración perfecta. En la Franja de Gaza, si bien algo se ha avanzado, la paz sigue siendo una promesa postergada. Las imágenes que llegan desde ese rincón del mundo todavía nos duelen, nos interpelan, nos obligan a pensar qué humanidad estamos construyendo. No hay causa que justifique el sufrimiento de los inocentes, la no entrega de los secuestrados -aún en un ataúd-, ni la postergación de la paz. Y desde este rincón del planeta, también podemos alzar la voz por una paz verdadera y duradera.
En Argentina, entramos en la última semana de campaña rumbo a las elecciones intermedias. ¿Qué se juega? Mucho más que cargos: se juega el rumbo, la credibilidad, la posibilidad de reconstruir puentes entre la política y la ciudadanía. Como comunicadores, como vecinos, como votantes, tenemos la responsabilidad de mirar con atención, de preguntar con respeto, de elegir con conciencia. Como cada vez, antes de ir a votar, resuena una frase centenaria: sepa el pueblo votar.
Este domingo, entonces, es un cruce de caminos: el afecto, la salud, el deporte, la cultura, la paz y la política se entrelazan en una trama que nos involucra a todos. Que sepamos leerla con sensibilidad, con compromiso y con esperanza. ¡Feliz Día a todas las madres!
Que tenga una semana bendecida.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO…
