Si bien está comúnmente asociado a las mujeres, los hombres también pueden sufrirla. El número de pacientes con incontinencia urinaria está creciendo cada año, pero más del 50% de la población piensa que es normal y no busca una solución.

La incontinencia urinaria representa uno de los problemas de salud íntima femenina más preocupantes, pero no son solo ellas las que tienen que lidiar con este problema: más de 120 millones de hombres también lo padecen en todo el mundo y el 78% de ellos no buscan ayuda médica.  Tanto para hombres como para mujeres, la incontinencia urinaria afecta la calidad de vida y la confianza, impactando negativamente en su salud íntima.

Hasta el momento el mercado no contaba con una tecnología que haya podido dar una respuesta tan eficiente a esta problemática. “La oferta se divide en tratamientos conductuales (entrenamiento de la vejiga, ejercicios hipopresivos y de Kegel), medicamentos (que pueden causar efectos secundarios), cirugías (esfínter urinario artificial, cabestrillo masculino, etc.), productos y dispositivos de incontinencia (toallas de incontinencia, pañales, etc.) que pueden resultar muy molestos.” explica la Ing. Biomédica Cecilia Molas, Sales Manager de BTL Industries Argentina, empresa europea que fabrica los equipos médicos más innovadores del mercado para este tratamiento .

“Muchos sufren de esta patología y la consideran parte de una ‘normalidad’ relacionada a su edad o a su condición, y desconocen que existe una solución y que realmente podemos ayudarlos a recuperar su calidad de vida”, comenta el Dr. Jorge Elías (MN. 71068), uroginecólogo director de Gynestetic.

Los músculos del suelo pélvico, entre otras funciones, son responsables del control de la continencia. El envejecimiento del cuerpo, el deporte de alto impacto, el sedentarismo, los partos, la menopausia, entre otros factores, contribuyen a la debilidad de los músculos pelvianos y al desarrollo de la incontinencia. Es por esto que un tratamiento eficaz requiere la reeducación del músculo del suelo pélvico.

Foto: Luciana Bugni

“Es importante concientizar sobre el suelo pélvico: para qué está, dónde se ubica y cuáles son sus funciones. Conocerlo e incorporar ciertos hábitos y ejercicios son factores fundamentales para prevenir disfunciones relacionadas a un déficit muscular”, explica la kinesióloga Gimena Manazza (MP 836), especialista en suelo pélvico del Centro de Rehabilitación Dr. Laureano Maradona de Santa Fé.

“De a poco la gente se va animando más a consultar al médico por este tema. Lo más efectivo para estos casos es la tecnología HIFEM ®, que a través de un campo electromagnético focalizado provoca contracciones supramáximas de los músculos mientras el paciente está sentado con su ropa puesta en una silla llamada EMSELLA(R): en 6 sesiones se logra la reeducación muscular de todo tipo de pacientes”, indica el Dr. Juan Antonio Álvarez (MP 4448), cirujano urólogo certificado en uroginecología y director de SUUG Comodoro.

“La incontinencia urinaria, ya sea por estrés, de urgencia, o una combinatoria de ambas, afecta gravemente la calidad de vida de quiénes la padecen, quienes llegan a sentir verguenza consideran que las respuestas a la afección no son adecuadas, como puede ser el uso de compresas, incómodo para muchas personas. Es por eso que avances tecnológicos como EMSELLA(R) son realmente muy relevantes para ofrecer a gran parte de la población que atraviesa esta situación”, finaliza el Dr. Jorge Elías.