Un grupo de especialistas de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), a través del Programa de Investigación Vincular-UNLaM 2020, diseñaron módulos de aislamiento para implementarse en empresas e instituciones, que servirán para contener trabajadores que presenten síntomas asociados al COVID-19, hasta la llegada de asistencia del servicio médico.
Investigadores de la UNLaM desarrollaron el proyecto “Sistema de Gestión Digital para la Producción de Módulos Asistenciales Complementarios”, que consiste en el armado de un espacio de aislamiento para quienes presenten síntomas relacionados al COVID-19 durante la jornada laboral.
Según el Ingeniero Germán Ramírez, codirector del proyecto, el espacio diseñado “es un lugar acotado, con un baño, una cama, un escritorio (ya que quizás la persona pueda seguir trabajando si los síntomas son mínimos o bien para que pueda tener una recreación), un sistema de calefacción y una manga que oficializa de barrera sanitaria para cuando llegue el personal médico a retirar a la persona”.
“En estos casos, cuando la persona ingresa al establecimiento se hacen los censos correspondientes al control pandémico, como tomar la temperatura y la firma de declaración jurada que indican que la persona ingresó sin síntomas. Pero, si durante la jornada presenta algún cambio dentro de su condición inicial, como pérdida del olfato o elevación de la temperatura, automáticamente se lo aísla en estos módulos”, explicó.
Asimismo, agregó: “Trabajamos con materiales nobles, en el interior del recinto utilizamos PVC, un revestimiento completamente en plástico, el cual permite que el virus en aproximadamente media hora quede eliminado y se puede limpiar con agua y lavandina. En la parte exterior planteamos un revestimiento metálico, todo de chapa zincada, para evitar corrosión”.
Los expertos además agregaron al diseño un fuelle en la parte externa, similar a una manga, que oficia de barrera sanitaria, para que el profesional de la salud que ingresa desde el exterior al recinto pase por allí primero. Cuenta con 50 centímetros de lana de vidrio para evitar el choque térmico.
Por su parte, el ingeniero Gabriel Ramírez, director del proyecto, indicó que “la idea de realizar este proyecto surge a través de una necesidad inicial particular de Edenor, pero como tenemos mucha experiencia al trabajar en industria, entendimos que esto se replicaba en diversas empresas y organizaciones, sobre todo en las esenciales que debían volver a trabajar y no sabían cómo controlar el virus en el ámbito laboral”.
El proyecto se encuentra terminado, en etapa de redacción final según los parámetros que requiere el modelo del Programa Vincular 2020. Desde el Departamento de Ingeniería e Innovaciones Tecnológicas y la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNLaM se está impulsando la búsqueda de empresas interesadas en contratar el servicio, que cuenten con un espacio que independizado de la zona productiva o administrativa. Se podrán distribuir en el ámbito público y privado y su producción será inmediata en relación a las solicitudes que surjan.
Un proyecto interdisciplinario con participación de estudiantes
Ailén Novoa, estudiante avanzada de la carrera de Arquitectura, comentó: “Esta es la primera vez que participo en un proyecto así, creo que es una muy buena experiencia porque comenzamos a tener nuevas herramientas, un feedback con los referentes, y nos permite incorporar cuestiones que antes no teníamos en cuenta”.
En referencia a trabajar en este contexto de aislamiento por el COVID-19 mencionó: “Nos conectamos con el equipo vía Microsoft Teams, pero constantemente tenemos ayuda y comentarios de nuestros referentes, y además ya tenemos experiencia en diseño por estar cursando la etapa final de las carreras de Arquitectura e Ingeniería, así que en este contexto eso ayuda mucho”.
Por último, Gabriel Ramírez aseguró: “Como director, poder incluir en este proyecto, no sólo a profesionales colegas sino también a estudiantes de carreras afines, representa un crecimiento, vincular diversas carreras nos nutre a todos los integrantes, y, sobre todo, que esta iniciativa surja de una universidad como la UNLaM, es un orgullo enorme”.
Del proyecto “Sistema de Gestión Digital para la Producción de Módulos Asistenciales Complementarios” participaron también el ingeniero industrial Damián Corapi, el Licenciado en Marketing Jonatan Tarraubella y los estudiantes de la carrera de Arquitectura Ailen Novoa, Emiliano Medina y Martin Bravin.