Gran parte de las víctimas son personas de entre 60 y 90 años, de la prefectura de Miyahi, en el noreste del país, en Nagasaki, al suroeste, sorprendida por la repentina ola de calor que azota el interior del archipiélago.
Al menos siete personas murieron, entre ellas una bebé, como consecuencia de la ola de calor que afecta a Japón desde el viernes, con temperaturas que bordean los 40 grados en distintas áreas del archipiélago.
Una bebé de 11 meses llegó muerta a un hospital de la ciudad de Toyama, en el centro de Japón, después de haber permanecido por cerca de cuatro horas atada con el cinturón de seguridad del vehículo cuando la temperatura rondaba los 32 grados, según la agencia ANSA.
La policía arrestó a la madre de 25 años, que dijo que se había olvidado a la niña después de ir a un restaurante y haber bebido en exceso.
El balance se suma a las 12 muertes de la semana pasada, después del final tardío de la temporada de lluvias, que duró ocho días más que el promedio, con temperaturas que a fines de julio excedieron ligeramente los 20 grados.
Fuente: Telam