Hablamos con el fotógrafo zarateño que recorre todos los rincones del país buscando personajes desconocidos y coloridos, que se destaca por su amor por mostrar el gauchaje argentino, hoy nos ha sorprendido con una fotografía suya que la hizo participar de Certamen Internacional Sony 2002, entre más de 300 mil instantáneas, logrando llevarla a ser finalista del certamen Sony World Photography Awards.
Juan Cruz Olivieri nació en Zárate, en el año 1980. El artista zarateño es Ingeniero Eléctrico y se vinculó con la fotografía en 2012. Ya en 2014 comenzó a concurrir a talleres, participó en talleres con Gustavo Di Mario, Ignacio Iasparra y Alberto Goldeinsten con el que actualmente consulta para selección y revisión de trabajos fotográficos.
Mientras Juan Cruz termina de editar su libro fotográfico HABITANTES SILENCIOSOS (video), nos cuenta que será de la expo de Azul en Buenos aires que este año unirá dos leyendas, EL QUIJOTE español con el MARTIN FIERRO argentino.
Multimedios EL DEBATE conversó en el ciclo Mano@Mano con Juan Cruz que nos contó todos los detalles del concurso, en el que quedó seleccionado como trabajo finalista y describe el momento en que en una noche correntina, encontró el gaucho con dos monitores a caballo, lo retrató y esa fotografía que te mostramos, participó entre miles de todo el planeta en el concurso.
Resumen de trabajo sobre la temática: Gauchos
Los gauchos en Argentina son una figura emblemática y representativa del hombre que conquisto la pampa, en mi trabajo intento hacer una fotografía intimista, dejando de ser un objeto invasor del extraño para convertirme en un confidente de una historia que es narrada entre luces y sombras, alejándome de las típicas imágenes idealizadas que el espectador espera ver, posibilitando apreciar la mística y recia identidad de la cultura gauchesca a través de una sensación de cercanía y espontanea naturalidad que intento expresar en cada una de las fotos libres de pretensiones ornamentales, cuya fuerza de atracción es la manera decidida en que los gauchos se posicionan frente a la cámara, resueltos a mostrar algo más que el rostro: el alma viva de la vida que abrazan.