El comité ejecutivo de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), entidad que representa a unas 15.000 iglesias de todo el país, le pidió a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, “mayores detalles” sobre la campaña “que promueve que a partir de los 16 años se puede acceder como método anticonceptivo a la esterilización permanente a través de una intervención quirúrgica como una ligadura tubaria o una vasectomía”.
La organización le pidió a la ministra de Salud, Carla Vizzotti a través de una carta “mayores detalles” sobre la ligadura tubaria y la vasectomía.
Aciera mostró su preocupación y subrayó que “los adolescentes pueden ser guiados por impulsos a tomar decisiones apresuradas o inmaduras y sin la completa información sobre los efectos de esta intervención quirúrgica en sus cuerpos, máxime cuando se permite excluir completamente a los padres de la misma”.
Desde la entidad consideraron que “no se trata de un simple método anticonceptivo” sino de intervenciones quirúrgicas que implican “una decisión trascendente y en la mayoría de los casos irreversible”.
En el texto, Aciera se pronunció en “total desacuerdo” con “todo tipo de política que justifique estas acciones, máxime para el caso de que se ofrezca como excusa la pobreza o el nivel socioeconómico de las personas y que, indirectamente, busque detener su crecimiento por esta vía”.
También la Iglesia Católica se mostró en contra esta iniciativa del Ministerio de Salud, a través de un comunicado de la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia.
La carta de Aciera
A la Sra. Ministra de Salud de la Nación, Dra. Carla Vizzotti
De nuestra mayor consideración:
Nos dirigimos a Ud. como Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina ACIERA, entidad que abarca la representación de 15.000 iglesias de nuestro país, a los fines de solicitar mayores detalles y a su vez hacerle llegar nuestra preocupación con respecto a la campaña publicitaria del Ministerio de Salud que promueve que a partir de los 16 años se puede acceder como método anticonceptivo a la esterilización permanente a través de una intervención quirúrgica como una ligadura tubaria o una vasectomía.
A nuestro parecer es sumamente inapropiado y dañino apelar a una política pública de control de natalidad apuntada hacia adolescentes y que genera la imposibilidad permanente de procrear desde una edad tan temprana. En efecto, los adolescentes pueden ser guiados por impulsos a tomar decisiones apresuradas o inmaduras y sin la completa información sobre los efectos de esta intervención quirúrgica en sus cuerpos, máxime cuando se permite excluir completamente a los padres de la misma.
Consideramos que no sería una política racional para el mero “cuidado del cuerpo” teniendo en cuenta que no se trata de un simple método anticonceptivo, sino de una decisión trascendente y en la mayoría de los casos irreversible. Además, ha de tenerse en cuenta que el concepto de “salud” abarca no sólo aspectos físicos, sino también emocionales, psicológicos y espirituales, que deben ser garantizados por el Estado.
Es por eso que, a través de la presente, deseamos también exponer nuestra postura –basada en nuestras convicciones y como ciudadanos respetuosos de los derechos y libertades constitucionales– que resulta contraria y en total desacuerdo a todo tipo de política que justifique estas acciones, máxime para el caso de que se ofrezca como excusa la pobreza o el nivel socioeconómico de las personas y que, indirectamente, busque detener su crecimiento por esta vía.
Habiendo sido dotados por Dios como seres humanos del don de generar vida creemos que debemos procurar proteger esa virtud y ayudar en todo sentido dando las herramientas necesarias para una procreación responsable y para el adecuado cuidado del cuerpo, pero sin promover estas medidas quirúrgicas extremas desde la adolescencia y juventud.
Esperando se pueda dar una respuesta efectiva a nuestra justificada preocupación, saludamos a Ud. con nuestra más alta estima, deseando que el Altísimo bendiga grandemente su vida.
Comité Ejecutivo de ACIERA