Por Daniel Armando Vogel | DIRECTOR – Primer domingo del mes de diciembre, que marca el final de un año 2020, que todos queremos que pase cuanto antes. Estamos caminando el décimo segundo mes y empezamos a movilizar los sentimientos especiales que solo tiene el orillo del 12.
Vamos directo a la encuesta de esta semana. A 10 días de la muerte de nuestra máxima figura contemporánea del deporte argentino, Diego Armando Maradona, encontramos esta foto en el marco del velatorio que recorrió el mundo. La foto (dice más que mil palabras) que está ilustrando la encuesta y preguntamos ¿Qué sensación dispara en voz al ver esta imagen?
Durante casi toda la semana, estuvo ganando –por poco- la opción “me da mucha emoción”. Pero al final, se terminó de definir lo que estaba cabeza a cabeza con la opción de “no sé ni me interesa”. Pocas veces, muy pocas veces, una encuesta fue ganada por la opción neutra de una consulta que hemos presentado. Las cuatro opciones activas quedaron superadas por el 34,78%, que nos lleva a la siguiente reflexión.
Primero entendemos qué se hizo un exagerado o una exagerada cobertura de lo que fue el fallecimiento de nuestro máximo referente deportivo, aunque el tema mundialmente lo ameritaba, la gente se puede haber cansado de ello.
Luego creo que todos nos dimos cuenta, en estos días de esta semana, que se hará de, y con la muerte de Maradona, de su sucesión y de los problemas familiares que se generaron en vida, un culebrón que durará años en terminarse en la justicia y obviamente en sanar o en bajar y ser asimilado, por aquellos que llevan el apellido o que, lo reclaman llevar.
Pero bueno, así se escribió la historia final de un tal Diego Armando Maradona, que en la cancha fue un maestro, un único y también, lo fue en la que se escribió fuera de la cancha, donde muchas cosas vividas no son ni fueron aprobada por la mayoría, muchas actitudes personales que fueron y son al día de hoy, repudiadas por mucha gente.
Lo cierto es que esa foto generó mucha emoción, y no se puede negar.
En segundo lugar, más allá de Boca y River, los colores de los dos mayores equipos del fútbol argentino, en ese abrazo generan una ternura que a muchos (30,43%) les produjo mucha emoción.
Pensaba en bajarlo a Zárate y me vino a la mente algunas cuantas fotos similares, donde el color Celeste de CADU pudo juntar, distintos colores políticos, sociales, culturales, deportivos detrás de algún logro o dolor del mayor club de fútbol local, el que este domingo debuta en el Torneo 2020 (post cuarentena) enfrentando a Fénix, de la mano de Gustavo Puebla, el nuevo entrenador, en su segunda etapa como DT.
Pienso que solo DEFENSORES UNIDOS DE ZÁRATE puede generar en nuestra ciudad un abrazo de este tipo, con y entre distintos colores locales, que sean capaces de unirse a través de la Celeste del equipo de Villa Fox, el equipo de todos los zarateños.
Arranca hoy una nueva etapa. Aquella que inventó hace años Gustavo Puebla, por la revancha de aquel ascenso que no pudo ser, ya que no logró porque esto es fútbol, ascender al equipo que había armado cuando perdió esa final insólita de local; casi el mismo once que con esa base supo ascender Darío Lema, inmediatamente en el torneo siguiente; sin estar sentado en el banco, el padre del equipo que llegó a la “B” Metropolitana.
Hoy se inicia una nueva etapa; en realidad se inició hace dos meses, después de que se levantó la posibilidad de entrenar en medio de la cuarentena. Hoy el equipo de CADU medirá el verdadero potencial de fuego que tiene, sin nombres ni renombres, sin grandes ídolos locales, con un equipo austero, pero que tiene el sello de un entrenador inteligente, que busca con un ambicioso plan de trabajo potenciar lentamente juveniles de la cantera local, dándose la oportunidad de acá a un año un año y medio, de tener un equipo con mayoría de jugadores surgidos en sus inferiores, con la mayoría de futbolistas zarateños, aquellos que sienten desde niños la camiseta, la Celeste que nos une.
Entonces le deseamos en esta mañana al equipo que nos sabe unir no solo en las fotos, lo mejor deportivamente hablando, con lo que se ha podido armar con la coyuntura actual, en medio de esta terrible realidad de pandemia y de vacas flacas.
Que todos tengamos un buen domingo.
AL QUE LE QUEPA EL SAYO...
