La Enfermedad de Parkinson ya se considera una afección que trasciende lo físico

En el Hospital de Clínicas, dentro del Programa de Parkinson y Movimientos Anormales, funciona un área que complementa el tratamiento médico y farmacológico, a partir de talleres que apuntan a desarrollar distintas capacidades. En el Día Mundial de la Lucha contra la Enfermedad de Parkinson, celebrado cada 11 de abril, se realizará una muestra grupal y una charla.

La Enfermedad de Parkinson (EP) es una afección que impacta no sólo en la persona sino en todo el grupo familiar. Los talleres de la sección Calidad de Vida del Programa de Parkinson y Movimientos Anormales que funciona en el Hospital de Clínicas son un espacio dedicado a fomentar la participación activa de quienes padecen EP, sus familiares y allegados.

El martes 9 de abril a partir de las 11:30 horas en el Aula Posadas, planta baja del Hospital (Av. Córdoba 2351) se llevará a cabo una jornada especial en conmemoración del Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson. En primer lugar habrá una muestra que resume la actividad de los distintos talleres que tiene el Programa y luego una charla del equipo de profesionales, que abordará el tema “Qué sabemos hoy sobre la Enfermedad de Parkinson”, con espacio para canalizar las dudas de los asistentes.

En los talleres del Programa, los pacientes “aprenden a manejar habilidades que se pueden ver afectadas en el transcurso de la enfermedad, como son la escritura, la deglución y el habla. También se dedican a trabajar en otras áreas, relacionadas con los conocimientos y el desarrollo cognitivo, como es la computación. Además, cuentan con talleres de ejercitación y tango, con un abordaje integrador”, relata la doctora Graciela Cersósimo, jefa del Programa.

 

La Enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad neuronal que progresivamente degenera el sistema nervioso central. Sus síntomas característicos son: rigidez muscular, lentitud en los movimientos, temblores de distintos tipos. “Además de estos trastornos motores existen otros llamados cognitivos como ser dificultades en el habla, principalmente en la fonación y la articulación de palabras”, explica la doctora.


“Acompañando estos síntomas se presentan otros que van más allá de lo físico. La EP tiene un impacto psicológico. Las limitaciones son progresivas así como es progresiva la enfermedad, por eso la persona necesita aprender a convivir con su mal, no a sufrir sino a convivir con él” comenta la especialista.


 

Según la OMS, la Enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años. Sin embargo, los especialistas confirman cada vez más casos en personas jóvenes, de menos de 50 años.

En cuanto al tratamiento, lo principal es que el paciente esté informado sobre su problema, cómo se puede tratar y qué alternativas posee. “El paso siguiente es discutir la necesidad o no de tratamiento; que no es curativo y que tiene sus pro y sus contras. Por último, si se decide comenzar un tratamiento, se elige la medicación y la dosis puntual para esa persona”, afirma.

Al respecto, la EP requiere un abordaje integrador de todas las aristas que la atraviesan: la medicina, la sociedad y el entorno del paciente. “Los tratamientos médicos pierden eficacia si la persona no sigue las indicaciones del profesional o si no se le brinda atención cuando lo necesita. El rol de la comunidad y sobre todo de la familia incide en el éxito del tratamiento, consigue generar alternativas de apoyo para mantener el bienestar y permite la integración de las personas”, concluye.

Fuente: Hospital de Clínicas