La falta de nieve en el Ártico amenaza a las focas anilladas

Se pronostica que la población de focas anilladas se reducirá entre un 50 y 99% hacia finales de siglo de continuar las adversas condiciones climáticas que atentan contra la formación de nieve en el Ártico.

Si bien las focas anilladas (Phoca hispida) no están categorizadas como especies en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la supervivencia de este mamífero comienza a preocupar a la comunidad científica.

Al haber menos nieve, estos mamíferos se están viendo obligados a parir en la superficie del hielo, lo que aumenta la mortalidad de las crías al nacer.


Las focas cavan refugios –con accesos directos también desde el agua, que se encuentra bajo la superficie– como estrategia para aislarse del frío extremo y proteger a sus crías de los depredadores hasta el momento del destete.


 

“Fue sorprendente ver que en el futuro habrá poca nieve disponible para la construcción de madrigueras”, dice Jody Reimer, autor principal del estudio publicado en la revista Ecological Applications.

El estudio pronostica un descenso general de la población de focas, pero la reducción mayor se dará en los ejemplares juveniles; menos crías llegarán a su adolescencia. Según los expertos, cada generación se irá reduciendo y afectará en especial a los juveniles que ya no alcanzarán la larga esperanza de vida de 43 años de los adultos.

Por su dependencia al hielo marino y la nieve, estas focas se convierten en buenos indicadores del cambio climático. Son muy abundantes y tienen una gran distribución geográfica; por lo tanto, están expuestas a una gran variedad de impactos del cambio climático.

Fuente: Ecoportal