Hay bajones del 30% al 33% que son tecnología y productividad puras; así se va corriendo la frontera del llamado desarrollo sustentable.
No habría ninguna novedad en afirmar que la inversión es un puente hacia el desarrollo sustentable y hacia empleos de mayor calidad, y sobre todo si es inversión que no se agota en unas pocas etapas sino aquella que se encadena y realimenta otras actividades. Eso sí, sería una verdadera novedad afirmar que un proceso como ese está ocurriendo en la Argentina.
Para empezar, los últimos números del INDEC dicen repliegue del 11,7% en el tercer trimestre y del 25% en el cuarto. Dentro del cuarto, aparece un 13,8% de la construcción y un par de bajones que implican pérdida de calidad pura: 30,5% en la compra de máquinas y equipos, con un 33% para los que son de origen nacional y 30% para los importados.
Falta un resto que también suena a valorización o desvalorización: el muy modesto 5% al que queda reducida la inversión en ciencia y tecnología.
Fuente: Clarín
