La obra maldita de Shakespeare que nadie quiere nombrar

En la escena británica está prohibido decir «Macbeth» dentro de los teatros y se refieren a la función como «la obra escocesa».

 

 

 

 

 

El mundo de la escena es un universo de supersticiones, pero si hay una obra que se lleve la palma en este sentido es «Macbeth», de William Shakespeare, considerada «maldita». En el Reino Unido se evita incluso citarla por su título, y mucha gente se refiere a ella como «la obra escocesa».

No se trata de una superstición menor; de hecho, en los países anglosajones está «prohibido» pronunciar el nombre de Macbeth dentro de los teatros. Hace unos años, en la puerta del Barrymore Theatre, en Nueva York, se podía leer este aviso: «Está usted a punto de entrar en el Barrymore Theatre. Los productores le ruegan que se abstenga de pronunciar el nombre de la obra que va usted a ver mientas se encuentre entre estas cuatro paredes».


La explicación, según los estudiosos de Shakespeare, tiene su origen en la época en la que el dramaturgo situó la obra, la Escocia del siglo XVI, en la que reinaba James VI. El monarca estaba obsesionado con la brujería desde la muerte de su madre, María Reina de Escocia, y eran frecuentes las cazas de brujas.


En todo este ambiente, del que se había contagiado Inglaterra, bebió William Shakespeare, que escribió «Macbeth» en 1606 (se publicó en 1623) e incluyó referencias directas a la desgraciada navegación del Rey James.

Fuente: ABC (España)