Para muchas mujeres la maternidad no es una elección real y está determinada por condicionamientos económicos y sociales.

La ONU alertó hoy que más de la mitad de los embarazos que se producen cada año no son deseados, lo que constituye una crisis “invisibilizada” que debe ser atendida con educación sexual y con un cambio en la mirada para que las mujeres y niñas empiecen a ser tratadas más allá de sus capacidades reproductivas.

“Debemos escuchar a las mujeres y hacernos eco de sus pedidos”, dijo el director regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), Harold Robinson, en una conferencia de prensa virtual para periodistas de América Latina.

De igual modo, Virginia Camacho, Asesora Técnica Regional de Unfpa, precisó que cada año hay 121 millones de embarazos no deseados, es decir, que uno de cada dos embarazos se produce en el cuerpo de personas que no eligieron la maternidad y que el 60% de esos embarazos terminan en aborto.

Sin embargo, “este no es un informe sobre el aborto ni sobre la maternidad” -aclaró- “este es un informe sobre si el mundo valora a las mujeres y las niñas más allá de sus capacidades productivas”.

En ese sentido, explicó que el planteo que debe hacerse está relacionado con lo que pasa antes del embarazo: la información que no se recibe y los anticonceptivos que no se usan, así como la desinformación y hostilidad que “socava la propiedad de las mujeres sobre sus propios cuerpos”.

La directora ejecutiva de Unfpa, Natalia Kanem, graficó que “para las mujeres afectadas, la decisión reproductiva más importante, el quedar o no quedar embarazada, no es una elección”.

De acuerdo a los datos de la ONU, unos 257 millones de mujeres de todo el mundo que no quieren quedar embarazadas no están usando métodos anticonceptivos modernos y hasta un 25% de todas las mujeres no tienen capacidad para negarse a mantener relaciones sexuales.

Esos problemas son especialmente graves en el caso de las adolescentes, que no conocen sus cuerpos y que muy a menudo se ven forzadas o presionadas para mantener relaciones, apuntó Kanem.

Los embarazos no deseados pueden conducir al abandono de los estudios o del trabajo, tienen mayor riesgo de depresión posparto, pueden traer problemas de salud tanto a las madres como a los hijos y es una de las principales causas de morbilidad y muerte materna. Para los investigadores, el daño real a la calidad de vida es incalculable.

Los embarazos no intencionales a nivel mundial son no solo una cuestión personal para las mujeres afectadas, sino que representan una cuestión de salud, de derechos humanos, de desarrollo y también de desarrollo sostenible.

Los países a priorizar la prevención reduciendo la desigualdad de género, garantizando el acceso a anticonceptivos y atención de calidad de la salud sexual y reproductiva, acceso a educación sexual a lo largo de toda la vida.