Por Camilo Alberto Kahale* – Después de varios meses de relativa calma, finalmente llegó la segunda ola de coronavirus a la Argentina, golpeando fuerte en cantidad de contagios y víctimas fatales. Durante abril se triplicaron los contagios con respecto al mes anterior y varios referentes del sector sanitario empezaron a advertir sobre un posible colapso del sistema de salud si no se toman rápidas medidas para restringir la circulación de las personas y, en consecuencia, la propagación del virus.
Tanto a nivel local como mundial, aparecen nuevas variantes del virus y la pandemia avanza. Y mientras tanto, la incertidumbre acerca de cómo enfrentar el presente y futuro de la micro y macroeconomía es cada vez mayor.
En Argentina, especialmente las pequeñas y medianas empresas, no escapan a esta realidad dado que son el motor de la economía y representan a la mayor cantidad de empleados activos del país. A ello se le agrega la continuidad y profundización de una grave crisis económica e institucional, que necesita de reformas y correcciones estructurales de fondo, además de diálogo y consenso. La experiencia que estamos viviendo nos demuestra que el virus no tiene una bandera política y queda claro que de esta situación salimos entre todos o moriremos en el intento.
Ya en diciembre del pasado año, de acuerdo a un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) a nivel país, habían cerrado 90.700 locales comerciales y 41.200 pymes, afectando a 185.300 trabajadores. Sin duda, el AMBA fue de las zonas más golpeadas, con miles de comercios de cercanía, locales gastronómicos, pequeñas y medianas empresas de todos los rubros, que tuvieron que bajar sus persianas, lo cual dejó sin trabajo cientos de familias.
Desde que comenzó la pandemia, en FEBA estamos trabajando intensamente para acompañar a los comerciantes, empresarios, emprendedores e industriales de los diferentes sectores (Comercio, Industria, Turismo, Economías Regionales, Cultura, entre otros), ratificando nuestro papel como principal nexo entre las pymes y las autoridades de la Provincia de Buenos Aires.
Hemos hecho hincapié en la necesidad de nuevas medidas y mayor asistencia a las pymes que atraviesan las situaciones más críticas. En línea con estos reclamos, consideramos que la aprobación del Programa REPRO II, a través de la Resolución 198/2021, es clave para aquellos sectores más afectados por las nuevas restricciones.
Por otro lado, otra buena noticia en este contexto es la promulgación de la ley de modificación al Impuesto a las Ganancias sancionada por el Congreso, que permite a 1.267.000 trabajadores y jubilados dejar de pagar el tributo. Otra decisión que sirve para incentivar el consumo y que las pymes y comercios incrementen sus ventas en esta coyuntura crítica, es el Programa Beneficios de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), para los comercios de todo el país. Los comercios adheridos podrán ofrecer descuentos y promociones en las compras abonadas con tarjeta de débito del banco en el cual el cliente cobre la prestación de ANSES.
Algo muy importante que veníamos pidiendo y empujando para que se termine de concretar es la aprobación de una nueva moratoria amplia y un régimen simplificado de Ingresos Brutos. Todas estas medidas forman parte del Programa de Recuperación Productiva que venimos trabajando desde las Entidades Empresarias en conjunto con el Gobierno.
Desde FEBA siempre hemos sostenido la necesidad de preservar la salud, al igual que lo imperioso de cuidar a las pymes y su rol de fuente de trabajo. Somos conscientes del momento que está atravesando el mundo, no sólo la Argentina, y también entendemos que no hay fecha de finalización de esta crisis sanitaria. Es por ello que las autoridades deben seguir apoyando a los sectores productivos y las pymes que los integran, porque cuando pase la pandemia, son los que van a sacar al país adelante.
Hoy, las pymes familiares se plantean cómo hacer para subsistir, ni siquiera están pensando en crecer. El objetivo es no ser parte de la cruel estadística de comercios y empresas cerradas producto de la pandemia. Hoy, más que nunca, las pymes están entre la espada y la pared.
Esta segunda ola recién empieza, y si miramos a los países que ya la pasaron, los próximos meses van a ser muy difíciles. Debemos estar preparados porque no hay una fórmula que sea efectiva y que a todos les haya resultado. Salir adelante dependerá del esfuerzo de cada uno de nosotros, y de ser conscientes acerca de los cuidados; pero también, dependerá del esfuerzo de los diferentes gobiernos, ya que las pymes necesitan de un plan concreto de salvataje. Pero a su vez, de un plan de reactivación productiva a largo plazo.
Si no queremos morir en el intento, si no queremos caer en las garras de este virus maldito que no hace ninguna clase de excepción, es necesario saltar el pantano ideológico para unir esfuerzos y entre todos pensar y actuar a favor de la gente, de los trabajadores, de nuestras pymes que todos los días se levantan invadidas por la incertidumbre y preguntándose hasta cuándo podrán aguantar.
* Presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires.