Por Eduardo Rivas – Tal como lo imaginábamos ayer, el intendente municipal Osvaldo Cáffaro inauguró el período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante en un ambiente armado a su medida, aunque justo es reconocer que antes de su alocución y charlando con el Presidente del Departamento Legislativo sin advertir que los micrófonos estaban encendidos se sorprendió y le dijo ‘cuántos compañeros’, recibiendo por respuesta ‘el año que viene necesitamos más’, sin llegarse a entender el porqué de tal afirmación.
Y el intendente fue claro, habló de compañeros, no de vecinos, porque se le garantizó una tribuna oficialista, aplaudidora, una verdadera claque teatral que validara su mensaje, porque el oficialismo prefiere escuchar a quienes piensan como ellos y hacer oídos sordos al resto de la sociedad.
Pero no solo por eso fue la profecía autocumplida, sino también por el contenido de su discurso. Lleno de referencias a los ámbitos nacionales y provinciales y con groseros errores en lo local.
No queda en claro si el momento histórico que le toca atravesar a Cáffaro al frente del Departamento Ejecutivo lo puso nervioso, si el discurso se lo escribieron y no lo leyó con antelación o si es su propia incapacidad, no manifestada tan pronunciadamente hasta el momento, pero fue llamativa la poca claridad discursiva del intendente. Cometió numerosos errores de lecturas, muchos más de puntuación, lo que hacía difícil entender el sentido de sus palabras.
Pero no solo eso, y a cuenta del análisis pormenorizado que realizaremos una vez que contemos con el texto del discurso, sí podemos mencionar que el intendente afirmó, al referirse a la Casa Güerci, que el Municipio la había adquirido el año pasado. La cuestión es que lo mismo afirmó en el inicio del período ordinario de sesiones de 2017, en consecuencia no queda claro si mintió aquella vez o ayer. Cuándo se dijo que se había adquirido la ‘Casa de Güerci’, ¿realmente se había adquirido o recién se adquirió en 2019? ¿Se habrá adquirido? Los concejales tienen la palabra.
También es curioso el error cuando se refirió a las elecciones realizadas en Lima para elegir una terna de candidatos a Delegado Municipal que luego sería refrendado por el propio intendente. Afirmó Cáffaro que ‘votaron 2047 vecinos’, pero sin embargo la información del Municipio que dirige afirmó que los vecinos habían elegido a ‘José María Orlando 1285 votos, Mauro Fabián Carballo 734, 7 votos en blanco y 2 votos recurridos’, lo cual, si las matemáticas no fallan, da 2030. ¿Quién falló en el número brindado? ¿Habrán votado 2047 vecinos?
De igual modo fue sorpresivo y sorprendente el anuncio oficial que la Municipalidad de Zárate participará en el gobierno de la futura Universidad Nacional de Zárate, algo imprevisto en los principios reformistas del cogobierno universitario que rige desde hace más de un siglo las altas casas de estudios nacionales.
Aunque el discurso también tuvo autocrítica. Al referirse a la nocturnidad, Cáffaro afirmó que ‘La nocturnidad es un tema de abordaje interdisciplinario e intersectorial, el que muchas veces no queremos ver’, lo cual sin lugar a dudas es una crítica al Presupuesto presentado por él mismo a finales del año pasado en el que no existía programa alguno para el abordaje de la nocturnidad. Evidentemente esa fue una de las muchas veces que no quiso ver esta cuestión. En el mismo sentido afirmó que ‘En Zárate vamos a discutir un modelo para que nuestra juventud pueda divertirse con más seguridad y en paz’, lo cual es más que bienvenido después de doce años de gobierno. Eso sí pisen un poquito el acelerador, porque el tiempo pasa…
Como era de esperar, el #RayoCaffarizador funcionó a pleno para una lectura propia de hechos incuestionables. Una vez más con relato se pretende tapar los datos… una vez más, y previsiblemente, fue la profecía autocumplida.






