Por Daniel Armando Vogel – Hola buen día, esta es la columna dominical que cada primer día de la semana nos atiende y nos ocupa, por primera vez está atrasada hoy martes después de que el temporal de la madrugada del domingo nos impidiese por falta de energía, por falta de internet, por falta de tiempo para poder sentarnos, ante el estupor de lo que veíamos en la ciudad de Zárate, a escribir esta columna de cada domingo que, trascendiera el caos que la ciudad tenía y con la que amaneció.
Centenares de familias perdieron sus techos, sus casas, sus pocas o muchas pertenencias y había emergencia en la ciudad, después de este tornado que pasó y que desbastó todos los árboles de la ciudad, derribó los postes de madera, de cemento y de hierro, que transportan por via aérea luz, teléfono, internet y otros, dejando a la ciudad totalmente oscura, aislada y sin servicios.
Decenas de cuarteles de bomberos de la región se acercaron a la ciudad de Zárate a tender una mano. El municipio desde la misma madrugada estuvo con sus funcionarios y empleados atendiendo el tema , principalmente tras la convocatoria del COE (Centro Operativo de Emergencia) que el propio intendente, a solo 7 días de haber asumido, tuvo que constituir entre las Fuerzas de Seguridad, las Fuerzas Armadas, las fuerzas civiles independientes que se sumaron desde la comunidad, a los funcionarios y trabajadores municipales que se pusieron codo a codo desde el primer instante, para socorrer a las personas más necesitadas.
Familias que quedaron absolutamente despojadas de todo y que, inmediatamente recibieron asistencia en los dos Centros de Evacuados, con casi 50 personas hasta ayer a la noche estaban alojadas en ellos.
El fenómeno de la naturaleza, que nunca había ocurrido en Zárate, había sacudido la madrugada cerca de las 3 del domingo a la ciudad con fuertes vientos y lluvia persistente, que recién culminaron en el día de ayer lunes, por la tarde noche.
Ahora si a trabajar duramente por la sudestada y la crecida del río que indudablemente complicará la zona ribereña y aquellos barrios cercanos asentados, al nivel de este.
Lo cierto es como decía el propio intendente, la solidaridad de la gente de Zárate se hizo notar, tanto en los privados como empresas que socorrieron con agua potable a los más de 50000 personas que no podían contar con este vital elemento para la vida, colchones, mantas, ropas, remedios y todas aquellas necesidades, estuvieron prontas para atender a los que más perdieron.
Tardará mucho en recuperarse toda la normalidad de la ciudad.
Una ciudad que sin lugar a dudas pide a gritos en el marco del gran parque industrial que tiene, que cesen los tendidos desprolijos, feos e inseguros con cables de los servicios y de energía eléctrica aéreos. Necesitamos inversiones para que definitivamente nos convirtamos en esas ciudades modernas donde no se ve un cable y donde todo el tendido de los mismos va subterráneamente, el propio Matzkin dijo que “hay una ordenanza vigente” y se comprometió que la hará cumplir, poniendo plazos prudenciales para la gran inversión que esto significa lo que, redundará en una ciudad más moderna y más segura, con menos peligros ante estos fenómenos que dicen los que saben, se reiterarán mucho más seguidos a medida que nos vayamos adentrando en el siglo XXI
Hoy hay energía en casi toda la ciudad, terrible gran tarea de la Cooperativa Eléctrica de Zárate que trabajó las 24 horas bajo las lluvias desde el domingo y seguirá por muchos dias más, para que a los barrios vuelvan lentamente los servicios y la normalidad, pero de esto debemos aprender.
La naturaleza viene por la revancha de los daños que le hemos causado y nadie puede mirar para otro lado o la próxima vez, puede ser mucho más grave.
Felizmente en Zárate no ocurrió lo que por ejemplo pasó en Bahía Blanca y aquí no hemos tenido que lamentar ni una vida.
Hasta el próximo domingo buena semana.
Al que le quepa el sayo…