
Un total de 821,6 millones de personas pasan aún hambre en el mundo, según la ONU. El estancamiento del número de hambrientos está por debajo del 11% tras décadas de descenso.
Según el trabajo de 5 agencias de Naciones Unidas, la tímida recuperación económica y el bajo rendimiento en muchos países tras la recesión mundial de 2008 y 2009 está socavando los esfuerzos para acabar con el hambre y otras formas de malnutrición.
“En el cambio de tendencia en los números del hambre, el factor económico ha pesado de manera muy importante”, explicó el experto de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Marco Sánchez Cantillo.
De los 77 países que experimentaron un aumento de la desnutrición entre 2011 y 2017, 65 sufrieron una desaceleración o contracción de sus economías de manera simultánea y, entre estos, 52 dependían altamente del comercio de productos básicos y el vaivén de sus precios.
2000 millones de personas experimentan un acceso irregular a una buena alimentación, situación en la que se halla el 8% de la población en Norteamérica y Europa, según un nuevo indicador que mide la inseguridad alimentaria moderada o severa.
El mundo sigue así lejos de alcanzar la erradicación de la malnutrición para 2030, uno de los objetivos de desarrollo sostenible, ante lo que la ONU llama a redoblar los esfuerzos, atender las desigualdades y proteger a los más vulnerables.
Fuente: RTVE (España)









