Desde el martes hasta el domingo, La Ruta del Libro en San Telmo propone una posta de lecturas, caminatas, exposiciones, funciones de cine, teatro y música, más dos ferias, para celebrar pasado y presente del libro en el barrio histórico que alberga la librería más antigua del país y, a la vez, otras novísimas.
Por algo esta porción de Buenos Aires es un imán para lectores y asume un protagonismo incuestionable en el mapa literario. En busca de tesoros impresos, por sus calles gastaron suela Rubén Darío, Jorge Luis Borges y Alejandra Pizarnik.
La iniciativa surgió del programa Barrios Creativos, que impulsó en 2018 el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, y fue presentada por los vecinos, asociaciones, comercios e instituciones de la zona, que ganaron $ 225.000 para desarrollarla. “La Ruta tiene el objetivo de sostener y fortalecer el circuito de librerías y producción cultural vinculado al libro y a la literatura”, señala Edio Bassi, coordinador de la actividad y dueño de la librería Fedro.
El pasado lunes a la tarde, el ministro de Cultura porteño “cortó la cinta” del encuentro bibliorrutero. “Este es un ejemplo claro de lo que se puede hacer desde Barrios Creativos -sostiene Enrique Avogadro-. Es un orgullo para nosotros ver cómo estas redes se potencian mientras se crean otras que fortalecen el sector cultural”.
Tradicional y moderno
Para La Ruta del Libro se programaron más de veinte actividades gratuitas en distintos puntos del barrio. Entre ellas, se destacan dos grandes ferias: la del Libro Antiguo, Curioso y Coleccionable que tuvo lugar ayer, de 11 a 18, en el Museo de Arte Moderno. “Habrá veinte puestos de libreros y librerías -dice Gabriela Comte, editora general de El Moderno, que coordinará una charla con los artistas Andrés Aizicovich y Hernán Soriano. En los trabajos de ambos, así como en las publicaciones de El Moderno, la presencia de la tradición del libro está muy presente. “Es posible que también participe Eduardo Rey, editor gráfico del museo, que para su trabajo con los libros considera el diálogo entre la tradición y lo contemporáneo. La idea es ver de qué forma esa tradición está presente y viva hoy”, agrega Comte. Las mesas de libreros y las charlas se harán en el Auditorio del museo y, en el café, los asistentes podrán sentarse a conversar y a disfrutar del tentador fondo editorial de El Moderno, que recientemente sumó un nuevo título: Una historia de la imaginación en la Argentina.
“La feria de cierre se realizará el domingo en un lugar emblemático para la historia del libro y la cultura impresa como es la Manzana de las Luces, donde participarán todas las librerías del barrio”, anticipa Juan Olcese, de El Juguete Ilustrado. El objetivo principal es mostrar la bibliodiversidad santelmitana y promover la producción editorial independiente. En el patio central habrá islas con libros por género. Será, entonces, como una megalibrería a cielo abierto.
Fedro, por ejemplo, se ocupará de llevar libros de narrativa; La Libre, títulos sobre feminismos y disidencias sexuales; Caburé, no ficción y ensayo, y Witolda (la librería instalada en el solar donde estaba la pensión en que vivió Witold Gombrowicz), poesía y arte. También habrá un sector de fanzines a cargo de varios colectivos de autoeditores. Durante la jornada se harán mesas redondas, perfomances y lecturas. Como invitados especiales actuarán la compañía del Museo Argentino del Títere (situado en el barrio), Bárbara Aguirre y la Orquesta Escuela Juvenil de San Telmo.
Hoy, a las 16, está prevista una caminata por el Casco Histórico con distintas postas en La Ruta del Libro. El paseo concluirá en la Librería de Ávila, frente a la parroquia San Ignacio de Loyola, donde Miguel Ávila relatará episodios vinculados con libros y lecturas, que se remontan a los tiempos de la Revolución de Mayo. El viernes, en El Juguete Ilustrado, se podrán apreciar ejemplares de una colección de libros infantiles antiguos y asistir a una charla sobre la historia del libro infantil en la Argentina.
En la Plaza Dorrego habrá una exposición de gigantografías de retratos de escritores hechos por la fotógrafa Alicia D’Amico. Y en comercios y paradas de colectivos estarán disponibles microrrelatos seleccionados en el concurso “San Telmo: historia, diversidad, convivencia”. Se inaugurará, en la Galería del Viejo Hotel, la primera biblioteca al paso, para que los vecinos se lleven el libro que quieran leer y dejen el que quieran compartir. Y en el Parque Lezama y en el Casal de Catalunya se prevén paseos literarios, cursos, sorteos y actividades musicales.
“Más allá de la repercusión que tenga la Ruta del Libro, la experiencia de trabajar en conjunto con actores culturales de procedencias diversas, como asociaciones barriales, museos, librerías y organismos del área de Cultura, ha sido muy enriquecedora, al reforzar una red de lazos librescos y afectivos que nos da entusiasmo para encarar nuevas acciones en el futuro”, dice Olcese. La Cofradía de Librerías de San Telmo se formó hace cinco años, a través de la unión de un grupo de librerías de viejo de San Telmo y barrios aledaños con el objetivo de promover y proteger el libro como transmisor de cultura. En los últimos años, trabajan en conjunto con las “librerías de nuevo” en distintas acciones.
Por último, cabe señalar que quienes compren libros en la feria de El Moderno se llevarán sin cargo una pieza impresa en el momento, hecha en una pequeña imprenta de tipos móviles que los responsables de Papel Principal instalarán en el hall del museo. Y los “ingenieros” de La Ruta del Libro adelantan que en la feria de la Manzana de las Luces habrá descuentos y promociones, además de sorteos. También con esos gestos se alimenta la pasión infatigable por el libro.
LA NACION