LA SABANA DE CÁFFARO

Por Eduardo Rivas – No, no hablaremos de la cama del Intendente Municipal ni de lo que hace en ella, en estas líneas nos referiremos a la sábana electoral que encabezó Osvaldo Cáffaro en la última elección del 27 de octubre de 2019, y que triunfara con el 59,97% de los votos.

En esos comicios, que fueron de orden nacional, provincial y municipal, en Zárate resultaron electos,  por el Frente de Todos, seis concejales titulares y seis suplentes, pero entre las candidaturas testimoniales (Burroni), las licencias para ocupar un cargo que da más renombre (Ríos, Morán), y las licencias sin explicaciones (Torres) generó que de los seis ediles titulares elegidos por el pueblo, a partir de hoy tan solo dos, estén en sus bancas.

Ésto trajo como consecuencia que asumieran González, Caputo, Olsen y a partir de hoy tras la licencia pedida por Ariel Ríos, Mariana Conturbi. Le quedan en consecuencia tan solo dos concejales suplentes al Frente de Todos, Alejandro Cimiotta que dudamos se incorpore al cuerpo puesto que está ocupado en ir a fiestas clandestinas y, en sus ratos libres, hacer como que es Secretario de Seguridad y María Cristina Anfolisi.

Es decir que en caso de generarse una nueva vacante en los próximos 34 meses entre los concejales elegidos por el Frente de Todos en la última elección, esta coalición se quedaría sin concejales suplentes, a menos que como en aquella vergonzosa elección donde de manera irregular se aprobó la compra del predio de Concaro, se establezca una alquimia para reemplazar a los concejales con los que actualmente están de licencia sin pedir que se los reincorpore al Cuerpo, tal como hiciera en esa oportunidad la hoy vacunada sin turno ni dar las explicaciones del caso, Lilian Burroni.

La sábana de Cáffaro queda corta, no hay dudas.

Pese a haber incorporado de manera oficial a una parte del justicialismo local y liderar a nivel municipal una coalición de 19 partidos a los que se debe sumar su propia formación, Nuevo Zárate, la gente no alcanza para cubrir los puestos no electivos en el Departamento Ejecutivo y como en una noria van girando y girando ocupando y volviendo a ocupar diferentes puestos. Pruebas de esto hay a montones dentro del municipio. Una práctica que Osvaldo Cáffaro ha utilizado sistemáticamente en los cuatro mandatos.

¿Falta gente? ¿No están capacitados? ¿No cuentan con la confianza del intendente?

No se sabe cuál es la razón, pero como nunca en la historia zarateña queda expuesta la escasez de dirigentes políticos locales considerados capaces para ocupar cargos municipales y eso obliga a buscar fuera de Zárate ¿O se los impondrán?

Cuando la sábana es corta y uno se destapa en la noche, corre el riesgo de resfriarse, ¿Quién se ocupará del Municipio si la falta de dirigentes provoca un resfrío?