Los índices no se recuperaron tras la pandemia, pero la tendencia a la baja se profundiza y hay preocupación entre los expertos.
Las autoridades de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) volvieron a alertar sobre la disminución en las coberturas de vacunación, situación que comenzó a partir de la pandemia por Covid-19, pero que continuó afectando a todos los grupos etarios, aunque principalmente a los menores de un año, y que se profundizó con la crisis económica.
“Indudablemente, la caída obedece a múltiples factores, como, entre otros, dificultades económicas para acceder al centro de salud, la escasez de recurso humano, horarios acotados, la disminución de las consultas y de los controles de salud que posibiliten la indicación de las vacunas correspondientes, falsas contraindicaciones, desconocimiento o baja percepción de riesgo por parte de la población, y factores vinculados a la falta de confianza”, afirmó Miriam Calvari, médica infectóloga, miembro del Comité de Infectología de la SAP.
“La gente tiene que comprender la magnitud de la importancia que tienen las vacunas en la prevención y erradicación de enfermedades. Es necesario trabajar con las estrategias de vacunación dándole alta prioridad y compromiso para revertir esta situación”, agregó por su parte María Florencia Lución, médica pediatra, miembro de la Subcomisión de Epidemiología de la Sociedad Argentina de Pediatría.
El documento destaca la importancia de “cerrar las brechas de inmunidad más urgentes” dando prioridad a las personas no vacunadas y subvacunadas; generar confianza en la seguridad y eficacia de todas las vacunas; apoyar una mayor aceptación de las vacunas en todas las edades y para todos los agentes que previenen; y recuperar y mantener los objetivos regionales de control y eliminación, apoyando la Iniciativa de Eliminación de la OPS.
“Si bien es crucial reconocer los logros alcanzados en la Región de las Américas gracias a los programas de inmunización existentes, también deben tenerse en cuenta los desafíos recientes, como la disminución de la cobertura de vacunación. Por ello, la campaña de este año define claramente el siguiente objetivo: revitalizar los programas nacionales de inmunización dándoles prominencia en la agenda política”, sostuvo Silvina Ruvinsky, Prosecretaria del Comité de Infectología de la SAP.
Los mensajes principales de esta iniciativa se enfocan en promover la equidad en el acceso a las vacunas y proporcionar información confiable sobre su seguridad y eficacia. Asimismo, se dirigen a diferentes públicos, desde jóvenes que planean tener hijos hasta trabajadores y decisores en salud.
Control de enfermedades
Las vacunas constituyen una de las herramientas principales para el control de las enfermedades inmunoprevenibles de alto impacto en la salud de la población, tales como sarampión, poliomielitis, tétanos, difteria, coqueluche, neumonía, meningitis y las diarreas por rotavirus.
Las vacunas protegen la salud individual, salvan millones de vidas y, con niveles altos de cobertura, evitan que reaparezcan enfermedades que están controladas, por lo que constituyen una de las estrategias sanitarias más efectivas’, refiere el documento. Y agrega que ‘uno de los desafíos más importantes sigue siendo sostener las coberturas adecuadas para lograr un control efectivo de las enfermedades prevenibles por vacunas’.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, remarcan los siguientes puntos fundamentales relacionados con esta problemática:
- Evitar las oportunidades perdidas de vacunación, promoviendo la capacitación continua para profesionales y vacunadores y educación a las familias acerca de creencias erróneas sobre supuestas contraindicaciones.
- Aconsejar adecuadamente a las familias sobre la importancia de la vacunación a los intervalos recomendados.
- Para aquellas dosis donde los intervalos de tiempo son mayores a lo establecido en el calendario, debe administrarse la dosis faltante. En ningún caso deben reiniciarse esquemas de vacunación.
- Administrar simultáneamente todas las vacunas posibles que correspondan por edad en sitios anatómicos diferentes.
- Sólo las vacunas a virus vivos atenuados de administración parenteral (varicela, triple viral y fiebre amarilla) requieren respetar un intervalo de 4 semanas cuando éstas no fueron administradas en forma simultánea.
- Las vacunas contra COVID-19 pueden administrarse simultáneamente con otras vacunas, el mismo día o en días diferentes sin requerir intervalos entre dosis.
“Deben realizarse los máximos esfuerzos para mejorar y mantener coberturas de vacunación adecuadas y homogéneas en todo el territorio nacional para evitar la reemergencia de viejas enfermedades eliminadas en la región (poliomielitis, tétanos neonatal, sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita), así como el aumento de casos de enfermedades controladas como resultado de la vacunación masiva (hepatitis A, enfermedades invasivas por Hib, coqueluche, difteria y tétanos)”, destacó Elizabeth Bogdanowicz, del Comité de Infectología de la institución. (DIB)