El trastorno de la ludopatía se caracteriza por la imposibilidad de controlar impulso, específicamente con respecto a juegos de azar. Esto quiere decir que la persona no puede parar de jugar.

Hay que tomar en cuenta que este trastorno no debe ser manejado como un vicio o una adicción, se trata de un problema más complicado. Los que sufren de ludopatía ponen al juego en un primer plano, afectando así sus vidas significativamente.

Con respecto a los adolescentes hay que tener especial cuidado por la susceptibilidad que presentan ante estas cosas. Debemos observar la diferencia que denota un gusto sano por los juegos o el padecimiento del trastorno.

¿Cómo saber si un adolescente muestra síntomas o signos de ludopatía?

Para explicar esta parte del artículo empezaremos enfocándonos en la determinación general del trastorno sin importar la edad. Después partiremos al correcto procedimiento en relación a adolescentes.

Hoy en día hallamos, gracias a constantes investigaciones científicas en el área de la psicología y neurología, una pila de información enfocada en los diversos trastornos conocidos. Existen pruebas y test que pueden ayudar a determinarlos.

Un test muy conocido pero controversial es el South OaksGamblingScreen (SOGS). Posee 20 ítems para responder, pero se ha dejado de usar puesto que según las críticas, se afirma que genera muchos falsos positivos.

Sin embargo, también podemos explorar las alternativas que nos brinda el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Presenta también algunas pruebas muy fidedignas.

No obstante, es importante no guiarse completamente por estas evaluaciones. Siempre debe ser un factor vital la opinión de un experto.

Características generales de una persona con ludopatía (desde el punto de vista de la manifestación en adolescentes):

Es vital, para el caso de alguna incertidumbre con respecto al posible padecimiento de este problema, prestar atención a factores y rasgos en el comportamiento que ofrecen ciertos indicios. A continuación mostraremos algunos de estos aspectos:

  1. Como anteriormente se exponía, el juego para las personas con ludopatía se convierte en un elemento primordial, afectando directamente otros aspectos de ella. Existe la posibilidad de que el afectado deje de comer por el simple hecho de jugar.
  2. Entre los jóvenes es muy común encontrar planes de juego con compañeros, siendo una medida de entretenimiento y factor des-estresante. El inconveniente recae en lo seguido que puedan darse estas reuniones.
  3. Si bien el gusto por el juego no crea la ludopatía, hay que observar, ya que es muy fácil crear adicciones en esta etapa.
  4. La frustración experimentada de cara a una pérdida en el juego, está entre los signos principales que presenta una persona con este trastorno. No da cabida a una rendición y quiere revanchas forzosas que le permitan recuperar lo perdido.
  5. El juego puede ser una manera de evasión en relación a problemas personales. Si se están atravesando situaciones difíciles, es muy factible caer en el desarrollo de este trastorno.
  6. Para el adolescente, el jugar se puede convertir en una acción que genera placer y satisfacción incomparable.
  7. Constante estrés e irritabilidad son características que pueden hacer surgir este padecimiento. Es principio básico que se desarrolla al no poder jugar en ciertos momentos.

Fases de la ludopatía

Fundamentalmente se pueden mencionar variedades de fases que se atraviesan en la ludopatía, pero el proceso por el que toda persona afectada atraviesa es un poco más general.

Al comenzar con la sobre-exaltación del goce para con el juego, siempre se comienza con la fase principal, la cual se caracteriza por prestar atención a las ganancias de tal forma que ignora las pérdidas.

Con lo anterior, los riesgos que se van corriendo son mayores, por lo que las apuestas aumentan y se le dedica más tiempo.

Después de aumentar casi sin límite el monto de las pérdidas, se empieza a recurrir a los préstamos. En esta etapa, el optimismo es el mayor aliado del jugador, debido a que piensa que en algún momento podrá recuperarse.

Finalmente concluye siendo este el día a día del afectado hasta que en algún punto se le preste ayuda o termine en un punto sin retorno.