Las emociones activan diferentes centros del cerebro que liberan neurotransmisores y neurohormonas, que originan cambios fisiológicos que pueden producir o perpetuar la mayoría de los síntomas o enfermedades que padecemos”, aseguran especialistas.
El impacto de las emociones en el cuerpo es cada vez más investigado y aceptado por la comunidad científica, coinciden especialistas, para los cuales tener vida social activa, recibir y dar abrazos, besos, una sexualidad coherente a los deseos y disfrutar del trabajo son algunos de los “factores protectores” que estimulan una neuroquímica favorable para la salud como la producción de dopamina, oxitocina o serotonina.
“Las emociones son procesos influidos por nuestra historia personal y evolutiva que nos atraviesan en forma imprevista tanto por la mente como por el cuerpo y originan cambios fisiológicos y comportamientos que nos llevan a la acción”, aseguró a Télam la médica ginecóloga Florencia Salort, especialista PNIE (psiconeuroinmunoendocrinología).
Salort describió que “cuando se producen emociones activamos diferentes centros del cerebro que liberan sustancias, neurotransmisores y neurohormonas, que originan cambios en nuestra psiquis, cuerpo y órganos; en definitiva en nuestra fisiología y que pueden producir, perpetuar, provocar o gatillar la mayoría de los síntomas o enfermedades que padecemos”.