NO INVENTÓ LA LLUVIA

Por Daniel Armando Vogel – Hola, buen día y buen domingo para todos. Ha sido una semana realmente compleja y complicada, con algunas cosas importantes que vamos a destacar en la columna dominical de hoy.

Las consecuencias de la lluvia caída viernes-sabado anterior y la situación del barrio San Javier realmente estremecieron a la ciudad y conmocionaron a muchos medios que estuvieron presentes, mostrando lo difícil que fue la situación para los vecinos de ese “barrio sin habilitaciones” ni municipales ni provinciales, léase de hidráulica y eléctricas.

En ese cuadro triste local que también fue similar de muchos distritos bonaerenses, se mostró a nuestra ciudad como “la inundada”, lo cual es cierto, pero no fue la única. Aunque bien reza el dicho popular “mal de muchos, consuelo de tontos”. La realidad es que San Javier saltó a la escena local y nacional porque un desarrollador, hace muchos años, “inventó un barrio en zona no habitable” y, lamentablemente, quienes compraron de buena fe un día soleado, recibieron la cruda realidad de inundarse, de una compra mal hecha por el engaño sufrido y ahora, padecido.

Luego, en medio de tanta agua y dolor en San Javier, y pasados los feriados de lunes y martes de carnaval, empezaron las clases, como sabemos, con gran déficit en la infraestructura edilicia que deja mucho que desear en escuelas con construcciones de varias décadas. La mayoría de ellas tienen techos que se llueven, ventanas sin vidrios o que no cierran por estar rotas, baños horrorosos y aulas sin calefacción ni pintura, etc.

En fin, escuelas que, de no ser por sus cooperadoras de padres o alguna acción municipal, padecen de presupuesto desde hace años por parte de la provincia para su mantenimiento y mucho menos para su modernización.

Pero allí estudian nuestros hijos y nietos, inmersos en la indiferencia política y enmarcados desde el aula en un sistema de país subdesarrollado que ni en la esencia prioritaria, la educación de nuestros futuros dirigentes, pone énfasis ni invierte.

Y terminamos la semana con otra celebración del Día de la Mujer. Pero, así como existe un 8M, todos saludan, entregan regalos, presentes, flores, cenas y desayunos, y está bien, creemos que el acontecimiento verdadero debería ser que cada día, los 365 de cada año, sean un 8M.

Pero antes, en la madrugada del viernes, un gran ciudad bonaerense Bahía Blanca, quedó bajo agua. En una jornada con un fenómeno meteorológico sin precedentes, la localidad padeció en pocas horas una fuerte lluvia con 400 mm -más del 50% de la media anual para esa región- en unas 8 horas. Otro intendente que bien podría decir que él no inventó la lluvia.

La solidaridad ante tanta destrucción y pérdidas nuevamente puso en marcha un mecanismo que a los argentinos nos identifica: en una crisis, la solidaridad. Y bien que así sea, siempre para los que verdaderamente lo necesiten, siempre estar.

Esto, tanto San Javier en Zárate, como Bahía Blanca y otras muchas ciudades y barrios similares, nos debe llamar a una alerta que no quisimos ver ni atender, cuando ya hace 30 años algunos referentes empezaron a anticipar sobre estos cambios climáticos como consecuencia del ataque que estábamos haciendo contra la naturaleza. Por ejemplo, el expresidente Al Gore, que fue pionero de la llamada a la toma de conciencia desde su lugar en el gobierno de los Estados Unidos de Bill Clinton, a quien nadie le prestó atención.

Y así se va terminando este verano 2025. Nos queda un último domingo. ¿Nos quedarán más olas de calor como la de esta semana que llegamos en Zárate a 47,5º de sensación térmica el pasado miércoles? ¿Quedará más agua por caer con precipitaciones récord que nos inundan y se llevan todos los bienes de muchas familias?

En fin, nadie inventó la lluvia, o todos tal vez, con nuestra indiferencia la hicimos posible… Tampoco nadie desea el mal al prójimo, pero el agua y el fuego no preguntan, se vienen a vengar… y nosotros, los humanos, lo padecemos hoy por no atender y cuidar nuestro medio ambiente a tiempo.

Que tenga un buen domingo.

AL QUE LE QUEPA EL SAYO…