Es común escuchar de parte de los vecinos que no creen en nadie y que todos los políticos son iguales, pero a veces hay actitudes que nos hacen pensar, como en aquella vieja canción de Fito Páez, que no todo está perdido. Son esos gestos que hacen que uno siga creyendo en proyectos grupales y la construcción en pos del bienestar general, al fin de cuentas los proyectos que valen la pena son siempre colectivos y a largo plazo.
Días atrás, y de casualidad me topé con una publicación de Walter Unrein en las redes sociales, y digo de casualidad porque no mantenemos contacto a través de las redes sociales, ni fuera de ellas, porque no tenemos muchos puntos en común en nuestro pensamiento. De hecho, hemos sido críticos de su proceder en este mismo espacio. Sin embargo eso no impide que sepamos reconocer, y lo hagamos cuando las cosas se hacen bien.
Dice Enrique Pinti que no hay que aplaudir cuando un político abre una escuela sino cagarlos a patadas en el culo cuando la cierra, y es cierto, pero en épocas en que se abren tan pocas escuelas hay que celebrar el que se abra una y mostrarlo, a ver si cunde el ejemplo y aunque sea mejoramos porque aún faltos de ideas deciden copiar.
Por eso es de destacar la decisión que tomó el concejal Unrein a finales del año pasado.
Además de ser edil local, Unrein es (o era) el presidente del PRO en Zárate y decidió renunciar a dicha tarea por no compartir el accionar de algunos legisladores de su Partido quienes decidieron modificar la ley que impedía la reelección por segunda vez consecutiva de Intendentes.
Sin dudas que no es responsabilidad suya el voto de quienes apoyaron la reforma, ni tampoco lo es el olvido de quienes la rechazaron respecto al accionar de la exgobernadora María Eugenia Vidal que fue quien habilitó la “trampa” a partir de una ‘particular’ interpretación del espíritu de la norma que se hizo en el Decreto Reglamentario y del que nunca dio explicación alguna, pero sí es ‘la cara visible’ del PRO ante sus vecinos. Y cuando uno se equivoca, o se equivoca alguno de los que uno representa, es oportuno pedir disculpas y hacer un paso al costado.
Dijo Unrein que ‘En este momento siento que nuestro espacio defraudó este compromiso con la gente’, lo cual no solo dificulta su representación como presidente del mismo sino su propia militancia en su seno, ya que en su opinión es el espacio en su conjunto quien defraudó a la ciudadanía y no solo un grupo de dirigentes.
Incluso va más allá y se compromete con los vecinos a dar un paso al costado al fin de su mandato. Afirma Unrein que ‘Aunque la Ley me lo permita me comprometo a no reelegir como concejal’, lo cual es más que llamativo en un ámbito en donde nadie se retira si puede seguir ocupando un lugar. Decir que no cuando no se puede es fácil, el tema es decir que no cuando sí se puede…
Positivo y poco común el accionar de Unrein, son muy pocos los que se hacen cargo de algo, y mucho menos si es por el accionar de terceros… ojalá otros sigan su ejemplo, ya lo dice Calle 13 ‘Se equivocaron un par de novatos en la escena, pero se disculparon no hay ningún problema’.
Ojalá también sea el comienzo de un cambio de actitud y así como asumió una responsabilidad ajena por su accionar partidario asuma la propia en su accionar público.
No todo está perdido.
