Nuevos datos oficiales: sólo se recibe el 60% de los chicos que entran a la escuela secundaria

Son los que logran terminarla en tiempo y forma. Hay muchas desigualdades entre las provincias. 

Pasan los años y la secundaria sigue sin atraer ni retener a los alumnos. Los motivos pueden estar tanto adentro como afuera de la escuela, pero lo cierto es que hoy cuatro de cada 10 alumnos que entran a primer año de la escuela media no logran terminarla en tiempo y forma. Más precisamente: de los 724.731 alumnos que ingresaron en 2011, sólo 439.615 llegaron a quinto año en 2016, de acuerdo con los datos oficiales más recientes.

El dato surge del informe “El camino hacia la graduación en secundaria: ¿una misión imposible?” presentado por el Observatorio Argentinos por la Educación, una organización que realizó una plataforma digital interactiva con indicadores de la educación en la Argentina.


 

Sus autores hicieron los cálculos y llegaron a la conclusión que de los estudiantes que ingresan a la secundaria en nuestro país, cada 8 minutos uno se queda en el camino. “En promedio, 57.023 alumnos dejan su curso cada año, porque abandonan o porque repiten. Son 156 por día; 7 por hora”, afirman.


 

Hace años que los especialistas vienen hablando de una “crisis de la escuela secundaria” debida a que los alumnos “no le encuentran sentido”. Es un fenómeno global, pero que en la Argentina se siente con mucha fuerza, de acuerdo a un estudio de Unesco. Lo paradójico es que en nuestro país la escuela media es obligatoria desde 2006. Y si bien este nivel educativo incorporó un gran cantidad de chicos desde entonces, lo cierto es que luego no logra retenerlos.

Los especialistas del Observatorio remarcan que existen además “fuertes desigualdades” entre provincias vecinas. Mientras que en Tierra del Fuego el 74,5% de los chicos termina la escuela media en tiempo y forma, en Santa Cruz lo hace el 56%. Y La Rioja (71,2%) supera en 12 puntos a Catamarca (58,9%).

Para Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo del Observatorio, esto podría deberse a una inserción laboral más temprana en el caso de los varones, a que ellos no perciben que terminar la secundaria sirva para una mejor salida laboral o que el mejor desempeño académicos de las mujeres –registrado en las evaluaciones nacionales- contribuya a retenerlas.