El popular mago zarateño, radicado hace ya tiempo en Colombia con una gran familia, le contó a Multimedios EL DEBATE otra de sus pasiones y una faceta hasta ahora desconocida: es parte de Interembajadas, una competencia futbolística en la que distintos países tienen su propio equipo. Una nota para no perderse.
Reproductor de audio“El torneo de fútbol en el que participó se realiza hace casi 10 años, y es llamado Interembajadas: la idea es que varios países tengan un equipo representativo y los participantes deben ser mayores de 28 años, pudiéndose tener 3 menores en la cancha. Yo participo para Argentina y generalmente es algo que empezó de manera anual, hace ya varios años se juega un torneo por semestre. La idea original es, además de jugar, divertirnos y muchos esperar al sábado para ir, es el intercambio de culturas y relaciones entre gente importante de distintas nacionalidades que están aquí, saliendo luego cosas interesantes para hacer. Esta iniciativa forma parte de la Fundación Naciones, presidida por un chileno que vive hace 25 años en Colombia; tenemos muchas finales ganadas y todos los años buscamos nuevos talentos para hacer competitivo al equipo porque cada año que pasa el torneo también lo es. Hay muchos ex-profesionales, pero deben tener una condición: para jugar, tiene que haber pasado al menos 5 años de haber dejado al fútbol profesional. El deporte, para mí, es un hobbie, una pasión que no se puede dejar de lado”, destacó Pablo.
Reproductor de audio¿Cómo vas con tu carrera artística en tu principal actividad en Colombia: la magia y el arte?: “Sigo haciendo espectáculos acordes a las necesidades de las empresas y trabajando mucho en el ámbito corporativo (lanzamientos de productos o marcas). Ahora -adelantó- estoy arrancando un proyecto referente a la gastronomía: comida argentina que acá no se conseguía, como medialunas o facturas. Con un amigo nos pusimos esa meta y ahí está despegando”.
Respecto a los viajes que hace a Argentina para visitar a su familia y amigos, esto nos dijo: “Estoy viendo tiempos y tratando de ver cómo están los compromisos para poder ir dentro de poco a visitarlos, y como viene no creo que sea en 2018…. Si bien mis papás vienen seguido para acá (una o dos veces al año), siempre hace falta un poco de aire zarateño; esta es una época difícil de mucho trabajo, lamentablemente para ir 10 días a recargar energía”.