Entre las aristas de emergencia que arroja la pandemia, sobresale el rol fundamental que tuvieron -y siguen teniendo- los kinesiólogos en el proceso de tratamiento y rehabilitación de pacientes internados por Coronavirus. Es por eso que en el sistema público de salud de la Provincia de Buenos Aires (hospitales de gestión estatal o privada) se incorporaron más de 400 profesionales de la kinesiología en sus planteles profesionales.
El Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires (Cokiba) tuvo una intervención activa en este proceso de incorporación de profesionales al sistema. Entre ellas, se realizó una convocatoria para que acercaran antecedentes (curriculums) para ser entregados en los hospitales que comenzaban a requerir esos recursos profesionales. “De esta manera, el proceso de selección y designación de kinesiólogos en el inicio de la pandemia fue más ágil”, dijeron en el Cokiba.
Además, actualmente la entidad que agrupa a los profesionales de la provincia realiza gestiones ante las autoridades del Ministerio de Salud para titularizar en los planteles hospitalarios a unos 80 colegas que aún son becarios.
Por otra parte, el Cokiba formó parte de los comités de evaluación y los jurados en los casi 210 concursos que se hicieron para la incorporación de kinesiólogos a los centros de salud pública bonaerenses.
“La presencia del Cokiba en estos actos tuvo como objetivo garantizar transparencia, dar ecuanimidad al proceso y asesorar a los matriculados interesados en el ingreso a los planteles de salud”, dijeron autoridades del Cokiba.
La actual gestión del colegio profesional comenzó a trabajar con un relevamiento en hospitales públicos provinciales en 2019, lo que permitió conocer el estado de situación de esos centros de salud previo a la pandemia de Covid.
Los kinesiólogos y kinesiólogas tuvieron un rol clave en una instancia crucial: la asistencia en Unidades de Terapia Intensiva (UTI), pero también en la recuperación de quienes atravesaron el Covid ya que se requiere de tratamientos posteriores por consecuencias derivadas de la enfermedad: secuelas respiratorias como disnea de esfuerzo, fatiga muscular, mialgias, artralgias recidivantes y hasta falta de concentración son algunas de las secuelas. Para quienes estuvieron intubados: estenosis laríngea, debilidad en la musculatura cervical, reflejo tusígeno y deglutorio disminuido, entre otras.
El tratamiento de esas secuelas necesita de los profesionales de la kinesiología. “Previo a la pandemia, la población en general desconocía nuestra intervención en las unidades de cuidados intensivos. Hubo una resignificación de la profesión y un mayor reconocimiento hacia el carácter esencial de nuestro trabajo, en especial con los pacientes críticos”, aseguró la licenciada en Kinesiología, Julieta Núñez, quien forma parte del Centro de Rehabilitación pos-Covid de la Universidad Nacional de Hurlingham y además es integrante del grupo Kinesiología Comunitaria del CoKIBA.
El trabajo del Kinesiólogo en pacientes con Covid
El trabajo profesional de los kinesiólogos en las terapias intensivas con pacientes enfermos por COVID requiere una dedicación casi permanente para acompañar la recuperación, ya que las largas estadías en la UCI provocan, entre otras consecuencias, una rápida pérdida de masa muscular.
“También es altamente probable que los pacientes en esa situación y conectados a un ventilador mecánico padezcan el síndrome de DAUCI, que incluyen debilidad neuromuscular por inmovilidad, deterioro cognitivo por sedación, depresión, síndrome de estrés postraumático (TEPT) y secuelas adicionales para los sobrevivientes de COVID.
Los síntomas pueden manifestarse o persistir durante semanas o meses incluso después del alta del paciente. La movilización temprana (MT) que nosotros implementamos ha demostrado efectividad en la reducción del DAUCI, mejorando la fuerza muscular y el nivel de independencia funcional del paciente, prevención de trombosis venosa profunda y úlceras por presión, y tratándose del paciente con ventilación mecánica, disminuye neumonías asociadas” explicó Núñez.
De acuerdo con las características del cuadro clínico que puedan presentar los pacientes afectados por COVID, la kinesiología puede intervenir en todos los estadios de la enfermedad sea leve: aislamiento domiciliario, asintomáticos o con síntomas leves como fiebre, tos, disnea moderada, dolor de garganta, dolor de cabeza y malestar general; moderado: pacientes que requieren de hospitalización y severo, es decir, pacientes que requieren soporte ventilatorio en cuidados intensivos.