“Si yo pudiera, me lo traería al Hermano Marcelo a trabajar acá conmigo” dijo el cura villero que habló esta mañana con radio EL DEBATE y aseguró que “son pocos los que se ocupan de los ancianos con tanto amor y dedicación como lo hace (Marcelo) resolviendo los problemas de los que, sino fuera por su tarea, dormirían en la calle”, expresó sorprendido el Padre Pepe, por la falta de atención que la brinda el municipio, situación que “ha entristecido a toda la comunidad”. ESCUCHAR LOS AUDIOS
“Estoy preocupado -agrega en la entrevista-, porque realmente hay que destacar dos cosas, una que Marcelo siempre estuvo ocupado de los abuelos y la obra que lleva con ellos hace muchos años, cuando de ellos nadie se ocupaba, él (Marcelo) estaba ahí… iba con su camioneta y los buscaba. Cuando -completa- a lo mejor el estado no lo recibía en ningún lado, ni en el hospital de Boulogne o el hospital de San Martín, no sabían qué hacer con los abuelitos y escuché, hasta de las mismas trabajadoras sociales, que han dicho que el único que le resuelve los problemas era el Hermano Marcelo… sé que de los abuelos de Zárate, también fue el único que se ocupó de ellos siempre y es normal, que ahora en esta situación, este se esté preocupando por ellos” -dijo dando a entender que hay que aliviarle la carga que ya lleva sobre sus hombros.
Detalló PEPE que “El testimonio de amor que da Marcelo es lo que se dice en las iglesias, eso es lo que le da fuerza y valor a su tarea, ya que pone en práctica todo lo que el Señor Jesucristo a predicado y también lo que la iglesia ha puesto de ejemplo, por eso la comunidad tiene una muy buena mirada él, como la que han tenido la gente de Zárate, desde hace tantos años”.
Lanzó un desafío por el Hogar y el Merendero, cuando le pedimos que diga cómo se lo puede ayudar “Y, en lo que se le puede ayudar es además de orar, es que la gente de Zárate también pueda colaborar, porque además sabemos y los hemos visto es que, cuando la gente ve una persona así, da muchas ganas de colaborar y a mí me parece, que las iglesias de Zárate deberían ayudar y, también obviamente el municipio”.
Corrió una versión que decía que Ud. le dijo al municipio que estaba de acuerdo con las decisiones que se tomaron contra el Hogar Mons. Romero, fue contundente la respuesta: “Yo nunca hablé con el Intendente, ni estuve de acuerdo. Con la única persona que estuve hablando del municipio que me llamó fue una chica y que me pregunto si había algún problema o conflicto con el hermano Marcelo… yo le dije que el municipio nunca había ayudado o, mejor dicho, atendiendo la obra del Hermano Marcelo, en esta realidad” (de Cuarentena).
Describió su tarea en la Villa de José León Suarez “Nosotros acá tenemos comedores, asilos y también organizaciones para ayudar a la gente que está metida en el tema de las drogas, pero cosas como las que está pasando el hermano Marcelo muy pocas, casi que ni conozco ocasiones similares como esas” -dijo referido a la situación que el estado municipal le impuso al Hermano Marcelo.
Y se despidió con un mensaje de esperanza “Yo creo que la epidemia es una gran oportunidad para poder salir adelante de las cargas que uno tiene para vencer esos momentos duros. Yo me acuerdo la crisis del 2001, estaba en la Villa 21, allí yo era párroco y fue el año donde más pudimos construir comunidad, porque nos pusimos en la cabeza de que no podemos salvarnos solos, como ahora dice el Papa Francisco”.
Hace falta, señores del municipio, modificar la ordenanza que se legisló en Zárate con el tema de los quince días de las personas que colaboran, internadas en el lugar. Y asistir, realmente, con los controles que deben ejercer obligatoriamente, desde el Sistema de Salud en el marco de esta Pandemia.