Patti Smith demostró un gran poder magnético de la palabra en su primera presentación en Buenos Aires

La artista fue el eje de un cautivante mix de charla, poesía, música e imágenes, seguido con devoción por su público.

La primera de las dos presentaciones de Patti Smith en el CCK finalizó con una versión casi de cuna de “Can’t help falling in love”, el clásico que popularizó Elvis Presley, cuando la estadounidense validó la famosa frase de que un gesto vale más que mil palabras. Ya le habían alcanzado un pañuelo verde, el símbolo de las mujeres que luchan para que el aborto gratuito sea ley, que ella tomó y puso en su atril.

La ovación que saludó esa acción dejó en claro de qué lado estaba el público que abarrotó la Ballena Azul de la ex sede del Correo Nacional.


 

Pero antes de eso hubo un mix de charla, poesía, imágenes y música entre la Smith, Alberto Manguel (una suerte de entrevistador/presentador), Guillermo Kuitca (VJ de lujo) y Tony Shanahan, miembro actual de su banda de apoyo.

Manguel preguntaba y traducía, y le leía poemas a Patti en castellano, no sin antes pasarle una hoja con su correspondiente traducción al inglés para que ella siguiera el texto. El hecho servía como disparador para que la artista, junto a Shanahan, contraatacara con un texto o una canción, que era acompañada por las imágenes que Kuitca disparaba desde su laptop.


 

Así desfilaron, entre otros, Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo y María Elena Walsh, cuya Canción de cuna para un gobernante mereció la inmediata admiración de Patti, que prometió leerla en un futuro encuentro de poesía. Y también, en piano o guitarra más voz, pasaron Wing y Beneath the southern cross (ambas de Gone again, su álbum retorno de 1996), It’s a dream, de Neil Young (descripta como una canción ferroviaria, dado el amor del canadiense por los trenes), Grow old with me, de John Lennon y A hard rain’s a-gonna fall, de Bob Dylan.

El carisma de Patti Smith sirvió como remedio ante cualquier reclamo por parte de un público dispuesto de antemano a festejar todas sus intervenciones. Por eso, cuando anunció la canción final y se despidió, con la excusa de que se habían excedido con el tiempo y porque “tenía hambre”, nadie dijo nada. Y allí vino el hecho descripto al principio: Women have the power.

Patti Smith vuelve a presentarse hoy en el Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151) a las 20hs.