Permanecer en lugares frescos y mojarlos con frecuencia: ¿cómo proteger a los chicos del calor?

Con la llegada de las altas temperaturas, deben extremarse las medidas de precaución para evitar golpes de calor y la deshidratación de los más pequeños.

“La ingesta de líquido por parte de los niños en cantidades adecuadas es fundamental siempre, pero sobre todo en épocas de calor en las cuales la pérdida del agua corporal a través del sudor es mucho mayor, por lo cual los requerimientos de líquido diarios se incrementan considerablemente. Es importante en estos días ofrecerles agua fresca a cada rato. Mientras que a los bebés menores de seis meses que se alimentan con lactancia materna en forma exclusiva se les debe ofrecer el pecho en forma frecuente en épocas de calor, dado que son más vulnerables y proclives a presentar deshidratación si no se les garantiza un aporte de líquido adecuado”, subrayó Esteban Rowensztein, médico pediatra y secretario del Comité de Pediatría General Ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

Por su parte, la médica pediatra Ana María Della Fonte, secretaria del Comité de Salud Infantil y Ambiente de la SAP, destacó que “es importante tener en cuenta el sistema de alerta temprana meteorológica para prevenir y tomar los recaudos necesarios cada día. Este se basa en una clasificación en cuatro niveles (verde, amarillo, naranja y rojo), que tienen que ver con el riesgo para la salud a partir de las temperaturas elevadas y durante cuántos días se pronostica que se mantendrán. El verde implica un estado de vigilancia durante el verano y no representa peligro para la salud de la población. El amarillo se utiliza en los días que pueden ser peligrosos para los grupos de riesgo como los bebés y niños pequeños y mayores de 65 años, entre otros. Mientras que el color naranja representa un día que puede ser muy peligroso no solo para los grupos de riesgo sino para el resto de la población y, entre otras recomendaciones, se pone énfasis en no realizar deportes o actividad física al aire libre. Por último, la alerta roja es una situación límite y excepcional que puede afectar a todas las personas”.


El golpe de calor se puede presentar con síntomas tan diversos como dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, decaimiento, irritabilidad, desmayos, sudoración excesiva, piel roja y caliente, tendencia al sueño y debilidad muscular o fiebre, por lo que ante la presencia de algunos de estos síntomas es importante consultar rápidamente a su pediatra de cabecera o al centro de salud más cercano.


Otra de las razones por las que se debe tener especial cuidado con los chicos es porque ellos suelen pasar mucho tiempo jugando bajo el sol en verano, por lo que los especialistas afirman que es fundamental cerciorarse de que estén bien protegidos.

Fuente: Infobae