Pilas usadas: por ley, las empresas que las venden deberán hacerse cargo de su recolección

Las pilas son uno de los residuos más contaminantes.

¿Qué hacer con las pilas usadas? La Legislatura porteña aprobó una ley que le da respuesta a este interrogante. Sus productores deberán hacerse cargo de su tratamiento, después de que son desechadas. Es que las pilas representan uno de los desechos domiciliarios con mayor potencial contaminante.

La norma considera a las pilas como residuos sólidos urbanos que deben ser objeto de un “manejo especial” por sus potenciales características de peligrosidad, nocividad o toxicidad. La ley se refiere a las pilas AA, AAA, AAAA, C, D, N, prismáticas 9V, y de tipo botón, estableciendo que sus fabricantes y distribuidores también deben hacerse cargo de disponer de ellas cuando son desechadas.

Para eso, los productores e importadores tendrán que presentar un plan detallado ante la autoridad de aplicación, que es la Agencia de Protección Ambiental (APrA), donde explican cómo recolectarán, transportarán, tratarán y dispondrán los residuos, teniendo en cuenta la protección del ambiente y la salud humana usando la mejor tecnología disponible. Una vez aprobado el plan, deberán financiarlo y ponerlo en marcha.


En la Ciudad se consumen 19 millones de pilas por año, equivalentes a 500 toneladas. El país importa 200 millones anuales. En ese contexto, los importadores Energizer, Rayovac y Newsan (Duracell) concentran el 90% del mercado de las alcalinas, que son las más usadas. El hecho de que sean pocos actores facilitaría en primera instancia la aplicación de la ley, sostienen desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, cartera que impulsa el proyecto.


Los componentes químicos de las pilas suelen ser metales, ácidos y sales irritantes, algunos muy tóxicos, como mercurio, cadmio y plomo. El peligro que representan aumenta cuando son acopiadas. Es por eso que la APrA, a falta de métodos de tratamiento, sugiere tirar las comunes o alcalinas junto con la basura, envueltas en una bolsa plástica.

Otra dificultad para el tratamiento de pilas en Argentina es la falta de productores nacionales. En otros países los fabricantes reciben el material consumido para volver a usarlo en la producción de nuevas pilas. Pero como aquí no hay elaboradores, lo tratado no se reutiliza.

Fuente: Clarín