El presente incierto del alcalde (de Zárate) hace tambalear su destino y depende de otros espacios políticos para conducir el Concejo. Cambiemos busca hacer mella en su gestión y derrotarlo en octubre. Nota transcripta textual de la redacción del portal LetraP.
Aunque su pasado más próximo está vinculado al kirchnerismo, el intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro, nació políticamente militando dentro del socialismo, llegó al municipio por el vecinalismo y creció con el FpV como aliado. Sin cintura para poder reubicarse en otro espacio tras la derrota del peronismo a nivel provincial y nacional, el zarateño está en la mira de Cambiemos que apunta a su gestión para triunfar en ese distrito en las próximas elecciones.
El escenario político que atraviesa Cáffaro es complejo, si se tiene en cuenta que el triunfo en su pago chico no le está alcanzando para sostener una gestión que, a más de 15 meses de la derrota del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires y la nación, no logra erguirse sin esa espalda.
Si bien el zarateño siempre fue señalado como parte de la tropa de intendentes kirchneristas, no es de los denominados puros a pesar de que fue uno de mimados por el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido. De origen socialista, llegó al sillón municipal anotado por el ARI y renovó mandato dos veces con su partido vecinalista Nuevo Zárate, al que supo aliar al Frente para la Victoria.
La pública amistad que tejió con De Vido le sirvió para recibir muchos millones para distintas obras públicas como calles, planes de viviendas, mejoras de la zona costera y el dragado del río. El vínculo fue tan importante que la detención de José López, ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, lo puso en la mira. De hecho la diputada provincial de la UCR Sandra Paris, oriunda de Zarate, manifestó a medios locales que “es necesario encarar una investigación de la relación que existió entre López y Cáffaro en materia de obras públicas asignadas para el municipio durante los últimos años”.
La derrota del Frente para la Victoria dejó al intendente sin refugio. Sin liderazgo dentro del peronismo, que en el pasado jugó a su lado, y sin lugar dentro del camporismo, la pertenencia partidaria del jefe comunal es incierta.
Con este escenario, la oposición local comenzó a vislumbrar la posibilidad de allanar el camino para terminar con sus diez años de conducción. De la mano del ministro de Seguridad Cristian Ritondo, para Cambiemos la ciudad de Zárate se ha convertido en uno de los distritos en el que oficialismo provincial confía en obtener un triunfo en los comicios de octubre.
A las renuncias de algunos miembros de su Gabinete y a la denuncia del jefe del Anses local, Marcelo Matzkin, que acusa al alcalde de haber despedido a su mujer embarazada por motivos políticos, se suma el pedido de las bancadas de Cambiemos, el Frente Renovador y un sector del Frente para la Victoria de cambiar la conducción del Concejo Deliberante. La intención es sacar al actual presidente, Ariel Ríos, mano derecha de Cáffaro, y designar un representante de la oposición.
Junto al intendente, también están siendo cuestionados varios de los principales integrantes del ejecutivo municipal. La jefa de Gabinete Florencia Diez; el subsecretario de Ordenamiento Territorial, Gustavo Gemini; el secretario de Hábitat, Planificación e Infraestructura Claudio Rodríguez y el Secretario de Gobierno Eduardo Amado por priorizar intereses personales por sobre las necesidades que afronta el Municipio, son los apuntados.
El mapa del deliberativo es complicado para el oficialismo. Cáffaro cuenta con seis ediles propios de veinte integrantes que tiene el cuerpo. La nota para introducir modificaciones en la conducción fue firmada por once representantes. Los tres de Cambiemos- Irene Guehenneuf, Walter Unrein y Ángel Lavie- los cuatro del Frente Renovador – Silvio Zurzolo, Luis Luna, Micaela Morán y Stella Mendaño- y cuatro del Frente para la Victoria- Leonardo Lignazzi, Marcelo Vaccaiani, Lucas Castiglioni y Facundo Ocampo-. El resto, tres integrantes del FpV- PJ “eventualmente juegan con el intendente”, aseguraron desde Zárate.
Por ahora los cambios se congelaron. “Estamos negociándolo”, advierte a Letra P la oposición de Zárate, desde donde indicaron que la sesión en la que se iba a avanzar en ese sentido se cayó tras un cuarto intermedio. En las conversaciones entraría la decisión del jefe comunal de desafectar del Concejo Deliberante a trabajadores vinculados con los ediles que presentaron la nota, accionar leído como “represalia” por los adversos.
La jugada de la oposición pegó duro en el seno del oficialismo. Rápidamente Cáffaro habló de un intento de “golpe a la democracia” y de querer “desestabilizar el poder” y uno de los suyos en el HCD sostuvo que tenían “claro que primero van por Ariel Ríos y después van por el Intendente Caffaro”.
La hipótesis no es errada si se tiene en cuenta las elecciones de este año. Aunque en 2017 el sillón del intendente no está en juego, una eventual derrota en las legislativas podría ser una dura antesala para enfrentar el 2019.
Junto al intendente, también están siendo cuestionados varios de los principales integrantes del ejecutivo municipal que responden directamente a las órdenes de Cáffaro. Entre ellos se cuestiona a los funcionarios Florencia Diez (Jefa de Gabinete), Gustavo Gemini (Subsecretario de ordenamiento territorial), Claudio Rodríguez (Secretario de hábitat Planificación e Infraestructura) y el Secretario de Gobierno Eduardo Amado por priorizar intereses personales por sobre las necesidades que afronta el Municipio.
Textual: redacción LETRA P
