
La característica piel arrugada de los elefantes sería producto de millones de años de evolución que les permitió asegurar su supervivencia.
Un estudio reciente quiso responder la pregunta a la razón de la extraña forma de la piel de los elefantes. El documento, publicado en Nature, sugiere que esta piel ha tenido un papel fundamental en la supervivencia de esta especie.
Lo primero que determinaron los científicos de la Universidad de Ginebra y el Instituto Suizo de Bioinformática es que en realidad no son arrugas lo que tienen los elefantes.
El líder de este estudio, Michel Milinkovitch, explicó que esta piel agrietada ayuda a controlar la temperatura de los elefantes: “Este hermoso patrón fino de millones de canales es adaptable porque ayuda al desprendimiento de lodo y ayuda a la propagación y retención de cinco a 10 veces más agua (en comparación a utilizar agua con piel lisa), lo que permite al animal controlar eficientemente la temperatura de su cuerpo”.
Los elefantes asiáticos adultos tampoco tienen grietas, pero no las necesitan casi. A diferencia de los de África, este tipo de paquidermos tendrían acceso a hábitats más húmedos. En otras palabras, los elefantes asiáticos no luchan por mantenerse frescos.
En cambio, los elefantes africanos tienen un acceso menos frecuente al agua, por lo que necesitan una piel que pueda almacenar agua durante períodos de tiempo más prolongados.
Fuente: Fayerwayer.com









