Asó lo afirma un Ingeniero Ambiental en una publicación en la revista The Lancet, donde asevera que el SARS-CoV-2 se transmite por el aire.

(Xinhua)

A poco más de un año del inicio de la pandemia de coronavirus todos sabemos que la situación ha sido dinámica y que, ante un virus nuevo, la comunidad científica fue sumando información a medida que fue pasando el tiempo.

José Luis Giménez es Ingeniero Ambiental, Doctor en Ingeniería por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y acaba de publicar un estudio en la revista The Lancet donde confirma que el coronavirus se transmite por el aire, por los llamados aerosoles, y propone dos formas cruciales para la prevención de contagios: el uso de barbijos bien ajustados a la cara y la ventilación cruzada y constante en espacios cerrados. No descarta obviamente la distancia de dos metros para hablar con otra persona, principalmente al aire libre y sin barbijo durante un tiempo prolongado, subraya la importancia del lavado de manos, pero afirma que no se ha comprobado en ningún caso de transmisión por superficie. No obstante, la higiene siempre suma.

En una entrevista radial por Urbana Play, Giménez expresó que “no se le ha explicado a la gente cómo se contagia” el coronavirus ya que “va por aire”. Ahí aparecen los llamados aerosoles, “pelotitas de saliva de fluidos respiratorios que se quedan flotando como si fuera el humo de un cigarro”, explicó el ingeniero de forma gráfica. En definitiva, el máximo peligro está en hablar cerca de una persona, sin barbijo o con el barbijo mal puesto, o en el hecho de compartir el aire dentro de una habitación cerrada, ya que “las paredes y techos atrapan ese aire que previamente estuvo en los pulmones de otra personas y se producen los contagios”.

Pocos meses después de declararse la pandemia, la Organización Mundial de la Salud, tras un gran debate, asumió que era importante el uso del barbijo para mitigar la transmisión del virus. Si bien la OMS aún no considera directamente el hecho de que el SARS-CoV-2 como otros virus respiratorios se transmite por el aire, Giménez señaló que más adelante seguramente lo tendrá que avalar.

“El barbijo ayuda pero es un filtro que por el que debe pasar el aire que inhalamos y exhalamos, y ahí deben quedar los aerosoles atrapados de la respiración”, apuntó el especialista. “La gente lo lleva muy mal por la calle, siempre por un hueco pasa el aire, entonces en espacios cerrados el mal uso del barbijo no sirve, porque también pasa el aire”, indicó el investigador, y subrayó: “El barbijo debe quedar bien ajustado y no se puede llevar un barbijo con una barba”.

Sobre el aire viciado en los espacios cerrados, que es donde se concentran estos aerosoles de la respiración de las personas, Giménez recomendó los medidores de dióxido de carbono como una salida útil y poco costosa, y por supuesto la ventilación.

“Nos contagiamos al inhalar el aire que han exhalado otras personas, en lugares cerrados hay que mantener el aire exhalado lo más bajo posible y el aire exhalado es dióxido de carbono”, precisó.

“La ventilación debe ser continua, cruzada, distribuida y medida, y esto implica tener las ventanas abiertas todo el tiempo mientras está la gente. No hay que abrir las ventanas antes de que venga la gente”, expresó en el programa Perros de la Calle.

Sobre la presencialidad escolar, asumió que “es un tema complejo, porque es importante en el desarrollo de los niños, y para que funcione la sociedad, para que los padres puedan ir a trabajar” pero asumió que es un sitio “donde hay contagios porque hay mucha gente mucho tiempo, sin ventilación con barbijos de cualquier clase puestos de cualquier manera”.

En ese sentido, propuso que en vez de gastar en insumos para la limpieza excesiva de superficies, se puede invertir ese dinero en los medidores de dióxido de carbono para la aulas y en barbijos de mejor calidad y que ajusten bien, para prevenir los contagios y cortar la transmisión del virus.