De acuerdo al Indice de Bienestar Emocional y Estrés en los Trabajadores Argentinos elaborado por las Universidad Siglo 21, este año se detectó un 5% más de casos de síndrome de estrés laboral crónico, también llamado “síndrome de burnout”, vinculados a la pandemia de coronavirus. Esta problemática, que ya existía, se agudizó con la aparición de la pandemia de coronavirus.

Las personas más afectadas son mujeres en el rango etario comprendido entre 41 y 51 años. DIB

El estudio encontró que quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) registran mayores niveles de estrés crónico. Además, las personas más afectadas son mujeres en el rango etario comprendido entre 41 y 51 años. Los menos perjudicados fueron quienes pudieron continuar con su actividad laboral en un horario flexible.

Entre las razones que determinan este síndrome se destacan las relacionadas con la familia-trabajo, pertenencia, interés y desconexión.

Esta problemática, que ya existía, se agudizó con la pandemia. En general se detecta desinterés, baja del rendimiento pero aumento de la presión por cumplir tareas, irritabilidad, aumento de la ansiedad y desorganización.

En el caso de las personas que realizan trabajo remoto, la falta de límite entre la vida familiar y la laboral puede contribuir a la desazón que genera este síndrome.

En 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció al síndrome de burnout en Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).

La OMS vinculó a la sección “problemas asociados al empleo y desempleo” y fue descripto como “un síndrome resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito”.

Asimismo, lo caracterizó a través de tres dimensiones: sentimientos de falta de energía o agotamiento; aumento de la distancia mental con respecto al trabajo, o sentimientos negativos o cínicos con respecto al trabajo; sensación de ineficacia y falta de realización.

(DIB) ACR