El CIIFEN señaló “un alto riesgo” para el segundo semestre de 2024, advirtiendo sobre posibles impactos en las cosechas de América Latina.
El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN), alertó sobre un 70% de probabilidades de que se desarrollen condiciones de La Niña, el fenómeno climático asociado a la sequía, durante los próximos tres meses en América Latina
Este fenómeno meteorológico, caracterizado por el enfriamiento de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, podría desencadenar eventos climáticos extremos, con intensas lluvias y períodos de sequía que afectarían significativamente las cosechas en la región, señalaron.
En ese sentido, La Niña se espera para el segundo semestre de 2024 y requiere un monitoreo constante por parte de los agricultores y las autoridades, quienes deberán prepararse para mitigar los posibles impactos en la producción agrícola y la seguridad alimentaria, según alertaron.
Asimismo, destacaron que en zonas agrícolas clave podrían experimentar variaciones climáticas que afecten los rendimientos de cultivos como el maíz, la soja y el trigo, fundamentales para la economía y la alimentación en América Latina.
No obstante, un informe paralelo de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) bajó ligeramente estas proyecciones. Según los datos más recientes de organismos internacionales como la NOAA y el CPC/IRI, observan una tendencia hacia la disminución del enfriamiento oceánico, lo que podría moderar los efectos inicialmente previstos de La Niña.
Esta revisión de las proyecciones sugiere que, aunque el fenómeno sigue siendo una amenaza, “su impacto podría ser menos devastador de lo que se temía hace apenas dos meses”, explicaron desde la BCR.
En tanto, el fenómeno El Niño-Oscilación Sur (ENOS) implica variaciones en las temperaturas del océano Pacífico, manifestándose en dos patrones opuestos: El Niño y La Niña, además de una fase neutra. La Niña, caracterizada por temperaturas anormalmente frías en el Pacífico ecuatorial, está asociada con fenómenos climáticos extremos como inundaciones y sequías.
Alertaron que “estos ciclos meteorológicos tienen un impacto crucial en la agricultura global, generando efectos devastadores como incendios forestales, ciclones tropicales y sequías prolongadas que ponen en riesgo la seguridad alimentaria y la economía de diversas regiones”.
En América Latina, La Niña dejó una marca profunda en la producción agrícola del ciclo 2022/23, afectando cultivos esenciales como el trigo, la soja y el maíz. Las condiciones climáticas adversas provocadas por La Niña, que incluyen lluvias torrenciales y períodos de sequía, redujeron significativamente los rendimientos de estos cultivos, repercutiendo negativamente en las economías locales.
Algunos de los años recientes en los que se observó La Niña incluyen:
- 2020-2021: Durante este período, Argentina tuvo condiciones de sequía severa, afectando particularmente las regiones agrícolas de la Pampa y otras áreas productivas. Los cultivos de soja y maíz sufrieron reducciones en sus rendimientos debido a la falta de lluvias.
- 2017-2018: La Niña causó sequías y temperaturas más altas de lo habitual en muchas partes de la Argentina, afectando la producción agrícola y reduciendo las reservas de agua en varias provincias.
- 2010-2011: Este evento de La Niña también trajo consigo condiciones de sequía en la Argentina, impactando negativamente los rendimientos de cultivos clave y afectando el sector ganadero debido a la escasez de pasturas.
- 2007-2008: Durante este período, La Niña generó una distribución irregular de lluvias, con algunas regiones experimentando sequías y otras enfrentando lluvias excesivas, lo cual complicó la producción agrícola.