Los pacientes con psoriasis severa tienen más chances de tener un evento cardíaco

 

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria, crónica, sistémica y no contagiosa, que se presenta en forma de lesiones rojas, cubiertas por escamas blancas y secas, y que se localizan con mayor frecuencia en codos, rodillas, tronco y cuero cabelludo, que pican y son dolorosas.

El proceso normal de recambio de las células de la capa superficial de la piel es de 28 días, pero en los pacientes con psoriasis este proceso está acelerado y lleva entre tres y cuatro días.

Según datos de la “National Psoriasis Foundation”, las personas con psoriasis severa tienen un 58% más de probabilidades de tener un evento cardíaco mayor y un 46% de posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2, entre otras enfermedades asociadas. El diagnóstico a tiempo, un tratamiento temprano y su correcto cumplimiento, permiten evitar serias complicaciones así como un mejor control de las mismas.

La psoriasis puede comprometer las palmas de las manos y las plantas de los pies, las uñas, la semimucosa labial y la mucosa genital. Entre un 10 y 30% de las casos puede devenir en artritis psoriásica. Se estima que es Argentina afecta a entre el 2 y 3% de la población y puede aparecer en hombres o mujeres indistintamente y manifestarse a cualquier edad.

Por cuarto año consecutivo, la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (Aepso) lleva adelante su campaña de detección gratuita y asesoramiento sobre el correcto tratamiento de la psoriasis en diferentes ciudades de todo el país.

Estudios demuestran que la principal causa de muerte en personas con artritis psoriásica severa es la enfermedad cardiovascular ya que tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar síndrome metabólico -un conjunto de factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión y la obesidad abdominal- y resistencia a la insulina, que es una señal temprana de la diabetes, de hecho las personas con psoriasis severa tienen un 46% de posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2.

El correcto tratamiento de la enfermedad disminuye las probabilidades de sufrir un ataque al corazón, accidente cerebrovascular u otros eventos cardiovasculares.

“Cuando realizamos un correcto tratamiento, adecuado al estilo de vida del paciente, atendiendo a las comorbilidades y, con la contención que se requiere, la adherencia del paciente suele ser muy buena. Así, la calidad de vida mejora notablemente. No sólo mejoran las lesiones cutáneas y los dolores articulares, sino que se produce un cambio radical”, explicó Patricia Rafti, directora Médica del Centro interdisciplinario en Psoriasis CIP y ex jefa del servicio de Dermatología del HIGA General San Martin.

Lejos de ser un problema meramente estético, tener psoriasis implica además un fuerte impacto psicológico y en la calidad de vida, ya que las placas en la piel están a la vista y en ocasiones generan rechazo o temor. Las relaciones familiares, laborales y sociales pueden verse afectadas y es por esta razón que el paciente puede sentir inseguridad, preocupación, vergüenza, frustración, estigmatización, ira, baja autoestima y síntomas depresivos.

Al ser una enfermedad crónica, para controlar sus síntomas y evitar que empeoren, se requiere de un tratamiento de por vida. Sin embargo, un estudio mostró que ocho de cada diez pacientes no cumplen con las indicaciones médicas, cambian las dosis, abandonan la medicación o deciden auto-medicarse.

Entre los principales obstáculos para seguir las indicaciones médicas se incluyen temores, resignación y falsas expectativas. Ello tiene consecuencias que van desde el agravamiento de los síntomas hasta hospitalizaciones. Por tal motivo, se aconseja hablar abiertamente con el médico dermatólogo sobre las inquietudes en torno al tratamiento y su evolución, ya que si bien existen múltiples opciones terapéuticas, cada paciente debe ser tratado de manera individual y siempre deben estar guiadas por el especialista a cargo del paciente.

En el 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó el primer informe global de la psoriasis cuyo objetivo es resaltar la necesidad de aumentar la conciencia sobre la enfermedad para luchar contra la estigmatización que sufren las personas que viven con la patología.

El reporte se centra en el rol clave de las organizaciones de pacientes y de la sociedad civil en la mejora de la situación de las personas con psoriasis a través de la creación de grupos de apoyo, el desarrollo de campañas de concientización e información. Ya en el 2014, la “67ª Asamblea Mundial de la Salud”, había aprobado una resolución que reconoce a la psoriasis como una enfermedad grave no transmisible y destaca que muchas personas en el mundo sufren innecesariamente por esta enfermedad debido a un diagnóstico incorrecto o retrasado, un tratamiento inadecuado,  acceso insuficiente a la atención, y producto de la estigmatización social.