A través de esta herramienta se envían fotos, mensajes y documentos de manera frecuente.

El envío de mensajes, fotos y documentos a través de los sistemas de mensajería instantánea como WhatsApp ya forma parte de la rutina de millones de personas. Aunque los usuarios deberían sentirse seguros, la realidad es que existen múltiples formas en que la información compartida puede ser interceptada o utilizada de manera indebida.

Proteger nuestros datos es fundamental, especialmente en una era donde la información personal tiene un valor incalculable. Y mantener la privacidad es un aspecto que requiere de atención y de ciertos hábitos de prevención.

Entre los datos sensibles que jamás deben compartirse por WhatsApp están, por supuesto, los referidos a cuentas bancarias y servicios financieros. Estos incluyen números de cuenta o de tarjetas de crédito o débito, así como códigos de seguridad, claves o PIN. Compartir esta información, entonces, nunca es una buena opción.

Otro tipo de datos que nunca debería enviarse por WhatsApp son las contraseñas. Ya sea las usadas para acceder a cuentas de correo electrónico o redes sociales, siempre deben mantenerse a resguardo ya que, en caso de que alguien intercepte el mensaje o, incluso, acceda al dispositivo o a la cuenta de WhatsApp, este podría comprometer la seguridad del usuario.

Los códigos de seis dígitos que se reciben por SMS para verificar cuentas o realizar transacciones financieras también deben protegerse a toda costa. A través de diferentes engaños, los delincuentes suelen solicitar estos códigos para tomar el control de cuentas bancarias o de perfiles de redes sociales. Entonces, al igual que las claves y datos bancarios, nunca hay que compartirlos.

La información relacionada con cualquier forma de identificación personal, como el número del documento nacional de identidad (DNI), la dirección o la fecha de nacimiento debe ser tratada con extremo cuidado.

Con estos datos, los cibercriminales pueden cometer fraudes, suplantación de identidad o incluso acceder a servicios a nombre del perjudicado, por supuesto, sin su autorización.

Además de evitar compartir datos sensibles con otra persona a través de WhatsApp, o de cualquier otra app de mensajería instantánea, conviene proteger el servicio con un código PIN (en el caso de WhatsApp, de seis dígitos) o, mejor aún, con un factor de doble autenticación (es decir, un código y un SMS enviado al móvil). (DIB)