Es un avanzado tratamiento de medicina que permite programar el sistema inmunitario para eliminar células cancerosas del organismo. Esta biotecnología ha sido reconocida con un premio Nobel y actualmente está disponible en más de 37 países.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer fluctúa entre primera a segunda causa de muerte en distintas regiones del mundo, sin embargo la tasa de supervivencia a esta enfermedad se ha duplicado en los últimos cuarenta años. En la Argentina, las cifras oficiales muestran que se registran 129 mil nuevos casos por año en mujeres y hombres. Y que, si todo sigue igual, se proyecta que para 2030 la incidencia aumentaría en un 24%.  En el país, el cáncer de mama representa el 18% de los tumores malignos, con casi 20 mil casos al año y con cerca de 6 mil muertes de mujeres por esta causa.

Por largos años los métodos más comunes de tratamiento contra esta enfermedad han sido la cirugía, quimio y radioterapia. Sin embargo, en el último tiempo han surgido nuevos tratamientos para combatir las enfermedades oncológicas, como es el caso de la inmunoterapia. Este tipo de tratamiento estimula las defensas naturales del organismo con el fin de combatir la enfermedad, utilizando sustancias producidas por el cuerpo o desarrolladas en laboratorio para mejorar o restaurar la función del sistema inmunitario. De este modo, la inmunoterapia puede detener o retrasar el crecimiento de células cancerosas; impedir que estas se ramifiquen a otras partes del cuerpo y; ayudar al sistema inmunitario para que evite la recaída y la Enfermedad Mínima Residual. (EMR)

Desde ONCOCIT-USA, consorcio norteamericano de Ciudad Médica de Lake Nona, altamente especializado en investigación y desarrollo de protocolos biotecnológicos para cáncer, han generado diversas alianzas internacionales para facilitar la inmunoterapia adoptiva a domicilio, en los principales países de Iberoamérica, entre ellos, la Argentina. Y es que a través de un joint venture con Recell (con casa matriz en Chile, y centros franquiciados en Costa Rica, Panamá y España) han creado un modelo único de gestión clínica ambulatoria internacional, para pacientes con cáncer que ha permitido atenderlos con protocolos personalizados y alto nivel de eficacia.

Este tipo de inmunoterapia consiste en una terapia biológica que se hace a partir de células y moléculas. Para desarrollarla se elabora un reintegro desde la sangre y tumor del propio paciente (desde una biopsia o muestra de una cirugía) por lo que es una especie de vacuna 100% personalizada. “El principal efecto que tiene es quitar la venda que produce el cáncer a los glóbulos blancos y así despertar la inmunidad del paciente. Lo cual es esencial pues no hay mejor escenario que tratar el cáncer en un paciente con buen estado inmunológico. Si esto no ocurre, muchos esfuerzos desde la cirugía, radio y quimioterapia, quedarán cortos porque el paciente tiene un terreno inadecuado, pro-cáncer”, señala Dr. Ramón Gutiérrez, médico patólogo, máster en Oncología Molecular y Clínica, CEO para Latinoamérica de Oncocit-USA.

Este tipo de tratamiento representa un gran beneficio para los pacientes de cáncer en dos segmentos muy específicos, aquellos que buscan tratamiento para evitar recaídas por la enfermedad mínima residual que posee cada paciente y que muy pocas veces es abordada, y un importante segundo grupo para pacientes que no tuvieron resultados satisfactorios con cirugía, quimio y/o radioterapia. De este modo, la inmunoterapia es una nueva opción en su propósito de aumentar su sobrevida general o mejorar su calidad de vida reduciendo complicaciones y reacciones adversas a otros tratamientos, a partir de remisiones parciales o un estado de “enfermedad controlada”.

El hecho de que ONCOCYT-USA y su alianza con ReCell, permita que pacientes de la Argentina y otros países iberoamericanos puedan recibir un programa de inmunoterapia adoptiva avanzado y de última línea, personalizado y a un costo hasta 80% menor que lo que se requería hace algunos años,  representa un avance incuestionable y significativo, dejando a un lado antiguos conceptos de que la inmunoterapia es “solo de investigación”, “de resultados desconocidos” o que “aún no está disponible para pacientes”; cada vez más pacientes inician su recuperación de la mano de inmunoterapia personalizada para su cáncer.