Especialistas de la Universidad Nacional de La Matanza analizan el estado actual de las redes de acceso de quinta generación y buscan conocer su inserción en Argentina. Podrían aplicarse en pequeñas localidades, empresas y polos industriales, además de presentar grandes beneficios ambientales como la promoción de energías renovables y la reducción de emisión de gases de efecto invernadero.
Un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería, perteneciente a la Universidad Nacional de La Matanza (DIIT-UNLaM), lleva adelante un análisis académico del estado de las últimas tecnologías de redes móviles en Argentina, con el objetivo de generar recomendaciones para su correcto desarrollo e instalación en el país.
El ingeniero Carlos Peliza, director del proyecto de investigación, aseguró que las redes 5G se conforman como una superación de 4G, y su transición es necesaria para poder cubrir las nuevas demandas del universo de la industria (como máquinas robots conectadas en red y operadas a distancia), del mundo de los servicios (cientos de equipos de medición de consumo que reportan datos casi al instante) y del ámbito del consumo eficiente de recursos.
“La implementación de las redes de quinta generación es importante ya que permitirá el desarrollo de software en el país, con la consecuente utilización de mano de obra calificada, como ingenieros y técnicos en sistemas y electrónica, que son necesarios para el mantenimiento y crecimiento de la red 5G en sí misma”, dijo Peliza a la Agencia CTyS-UNLaM.
En este sentido, consideró que “conocer la tecnología y los proveedores podría servir para desarrollar cooperativas de instalación y mantenimiento de 5G en zonas de difícil acceso o que a las grandes compañías de telecomunicaciones no les resulten atractivas económicamente”.
Además, el investigador afirmó que las tendencias globales indican que las redes 5G podrán ser utilizadas dentro de plantas industriales, en empresas y en localidades de pocos habitantes, para optimizar los recursos y el desarrollo tecnológico.
Entre las principales ventajas de las redes de quinta generación también se encuentra el incremento de 10 a 100 veces más velocidad para el usuario, mayor durabilidad de la batería en dispositivos electrónicos, la reducción de costos y la producción eficiente. Asimismo, la necesaria licitación del espectro radioeléctrico representa ingresos para el Estado.
Conectividad responsable: protección del medio ambiente
Al respecto, el ingeniero Fernando Dufour, co-director del estudio, detalló: “Entre sus beneficios, la tecnología 5G podría ayudar a reducir la contaminación del aire y el agua, así como también minimizar el desperdicio de agua, alimentos y fomentar la protección de la vida silvestre”.
En esta misma línea, explicó que “los estándares internacionales han solicitado que 5G requiera mucha menos energía para funcionar que 4G, lo que significa usar menos energía mientras se transmite más datos, además de que los dispositivos podrán encenderse y apagarse automáticamente cuando no se necesiten”.
Por otra parte, su aplicación en sensores de agua inteligentes, permitirá detectar fugas y medir el nivel de contaminación del agua. A su vez, los sensores también pueden optimizar el uso del agua en la agricultura.
Camino a la implementación de tecnología 5G en Argentina
En el estudio titulado “Redes de acceso de 5ta generación”, los autores indican que la capacitación del personal de ingeniería y mantenimiento en desarrollos de software, inversión en esclarecimiento al público acerca de las ventajas, análisis y el seguimiento de los consumos eléctricos que deberían acompañar la masividad de antenas 5G, son factores que podrían colaborar en la implementación de estas tecnologías de telecomunicaciones.
En cuanto a la transición de redes 4G a 5G en el país, los investigadores explicaron que es necesario realizar un proceso de limpieza y reubicación de espectro radioeléctrico, etapa que trajo complicaciones en otros países pero que, a partir de dichas experiencias, pueden evitarse en Argentina.
“Al referirnos a la limpieza y reubicación de espectro radioeléctrico hacemos referencia a evitar que haya emisores no autorizados usando ese rango del espectro, en tanto que la reubicación, se aplica para el caso donde, por necesidades de la sociedad, deba reubicarse un servicio previamente asignado”, aportó Dufour.
Y en este mismo sentido, agregó: “La liberación de espectro es un proceso con costos altos, ya que implicar cancelar equipos 2 y 3G, decidir quién debe asumir dichos costos –si corresponde al usuario, el Estado o las compañías de telecomunicaciones-, y reubicar licenciatarios que busquen operar servicios que no son de comunicación”.
Vincular UNLaM y el desarrollo académico
“Dentro de la experiencia enriquecedora que significa investigar en temas de tecnologías de punta, el hecho de hacerlo desde y para la Universidad Nacional de La Matanza, que es nuestro hogar, ya que todos somos graduados y docentes o alumnos de ella, es doblemente satisfactorio”, mencionó Dufour.
En esta misma línea, el docente destacó: “Quizás en un par de años podamos conformar una usina de cooperativas o empresas de redes y servicios 5G que brinden sus capacidades con alumnos de la casa”.
Además, Peliza afirmó: “Trabajar con alumnos es un placer, porque pueden aportar una mirada fresca y no contaminada respecto a temas que siempre se han hecho de una forma y para las que no surgen preguntas ni ideas para cambiar”.
“El estudio nos permite participar y exponer en Congresos mientras que, por otra parte, nos da la libertad de conformar una importante bibliografía disponible en la universidad, para actualizaciones futuras en los planes de estudios”, concluyeron los especialistas.
El proyecto cuenta con el financiamiento de la Universidad Nacional de La Matanza y podrá aplicase tanto en el ámbito público como privado, con inversión privada. Completan el equipo los investigadores Gustavo Ariel Micieli, Ariel Miguel Serra y el alumno de la carrera de Ingeniería en Informática, Darío Alejandro Machaca.
Agustina Lima (Agencia CTyS-UNLaM)